La concurrencia de las mujeres fue masiva en las elecciones presidenciales del 11 de noviembre de 1951, cuyos votos fueron decisivos para el triunfo y reelección del ya entonces general Perón. El padrón femenino integró el 49 por ciento del electorado.
Los tiempos en que las mujeres eran excluidas de las prácticas deportivas, quedaron atrás; y eso, en lo particular y durante muchos años, se debía a los estereotipos de género y, desde luego, a la sociedad patriarcal imperante.
Como escribió Emma Goldman, “la libertad no es algo que se da, se toma”. Y esa libertad se conquista cada vez que una comunidad indígena recupera su lengua, cada vez que una mujer alza la voz, cada vez que un joven cuestiona la versión oficial de la historia.
Chan Chan no es solo un destino arqueológico; es una experiencia multisensorial. Al recorrer sus pasadizos, plazas y corredores, el visitante se sumerge en la cosmovisión chimú, marcada por el culto al agua, la luna y el mar.
Pareciéramos estar en un “interregno gramsciano”. Ese período de crisis y transición social, donde lo viejo muere y lo nuevo aún no puede nacer, caracterizado por la inestabilidad política, la falta de orden y la presencia de “fenómenos morbosos”.