Cátulo y los tangos que enriquecieron la poesía de un repertorio destinado a perdurar largamente, los amigos que fueron y son legión, el periodismo que ejerció poco menos que jugando, los cafés...
Es el alma colonial de una ciudad que ha sabido conservar su pasado sin renunciar al progreso. Entre balcones y palacios, Trujillo nos invita a detenernos, a mirar con otros ojos y a descubrir que la historia no está en los libros, sino en las calles que aún la cuentan.
Palermo Soho, es un polo gastronómico y cultural, en cercanías de Plaza Serrano, cuyo nombre oficial es Plaza Julio Cortázar, en él se encuentran los cuatro pasajes que le dan una pintoresca identidad de bohemia: Russel, Soria, Coronel Cabrer, y nuestra callecita.
Es un ejemplo de cómo el comercio y el intercambio cultural pueden unir a las naciones y promover la comprensión mutua. Su legado perdura hasta nuestros días, y su relevancia contemporánea es un recordatorio de la importancia de la cooperación y el diálogo entre culturas.
Estudios confirman que la pérdida de animales podría reducir hasta en un 30 % la productividad agrícola global. Más allá de la alimentación, los animales además han contribuido al avance humano en áreas como la medicina y ciencia.