Anécdotas
Fecha de Publicación:
El Populacho de Sarmiento
Los Invitados Terminaron a los Codazos y a los Empujones
El Populacho de Sarmiento

Los invitados terminaron a los codazos y a los em­pujones. Los primeros en llegar y sentarse, pasaron lue­go a maldecir su posición tan privilegiada. -¡No empujen, no empujen! -rogaban. Un racimo de todas las clases sociales porteñas lle­gó hasta la Casa de Gobierno para despedir al presiden­te Bartolomé Mitre. Con o sin invitación, los orilleros se abrieron paso empujando a diplomáticos y damas de la alta sociedad.

Subidos a las chimeneas, a las mesas y a cuanto lu­gar sirviera para elevarse unos metros, abucheaban, aplaudían y rompían vidrios. -¡Permiso, permiso! A los golpes y con una de sus peores miradas, Sar­miento se abrió paso entre el gentío. Del otro lado esta­ba Mitre con la banda y el bastón. -¡Qué populachería vergonzosa! -protestó el sanjua­nino ante los pocos amigos que llegaron para felicitarlo.

Las Anécdotas de la Casa Rosada, de Rivadavia a Menem
Cristina Galaso – Planeta – 1999

Populachero. Leng. gen. Relativo o perteneciente al populacho: plebe, chusma. Popular

(“Zalim, la otra fuente del causante, es un novelista populachero y menor, que debió abandonar obligatoriamente la profesión periodística después de haber publicado su novela El Diario, que aludía al Diario de la Argentina, y con la que se ganó la repulsa empresarial. Sin embargo también dejo de tener presencia por mantener una mala relación con el oficialismo (que lo considera un oponente) y por ser vituperado por los sectores de izquierda, que lo acudan de haber sido ‘el escritor del proceso’, y los de derecha, que lo catalogan como escritor de izquierdas.”.

Parte de la Inteligencia – Jorge Asís – Puntosur Srl – 1987

(“–Yo le digo la verdad, no los veía mal a los Montoneros hasta… Hizo una larga pausa rascándose la barbilla. -…Hasta que se mandaron la cagada de Formosa. El Tigre miró de reojo al rubio, sin poder evitar un gesto de fastidio que nuevamente pasó inadvertido para el oficial del Ejército, pero no para el Pelado. El rubio, indiferente a todo, siguió perorando sobre el pasado montonero. Al Pelado le molestaban sus aires populacheros, su bonhomía grandilocuente y lo clasificó mentalmente como un fanfarrón. –Bueno, mañana nos vamos-. Concluyó abruptamente el rufián, dando fin al discurso. El Tigre insistió una vez más, antes que un guardia se llevara al Pelado: -Vas a estar en buenas manos. Era evidente que no estaba muy convencido de lo que decía.

Recuerdo de la Muerte – Miguel Bonasso – Ediciones Era – 1984

Clarin -11 de Septiembre de 2001
Temas
Comentarios
- Central -
Taxis Porteños Ploteados

Taxis Porteños Ploteados

La decisión se relaciona con la campaña internacional propuesta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para ayudar a promover conciencia sobre la necesidad de respetar las normas de tránsito y fue bautizada “Mayo Amarillo”.
El Arte de la Culinaria
Los Hijos del Maíz

Los Hijos del Maíz

El chile jalapeño es originario de México, específicamente de la región de Xalapa Veracruz, y que los Aztecas ya cultivaban y consumían este delicioso chile. Desde luego que el chile jalapeño es de aspecto atractivo, muy aromático, firme y sobre todo de buen sabor.
Por Amor al Arte
Guillermo Roux: Los Sueños se Cumplen

Guillermo Roux: Los Sueños se Cumplen

“Acá están mis colores, mis instrumentos, mi música. Por acá pasa la vida. ¡Cómo no inspirarme! Si inspirarse es encerrarse acá con llave, vaciarse de uno mismo y de deseos, y no querer nada...
Tribuna Inclusiva
¿Por qué la Discapacidad es Sólo una Campaña Política?

¿Por qué la Discapacidad es Sólo una Campaña Política?

Porque mientras los discursos se agotan en los escenarios, los derechos se conquistan en los tribunales. Y porque la verdadera inclusión no se mide en promesas, sino en sentencias cumplidas y en políticas públicas sostenidas con justicia y dignidad.
Al Pie de la Letra
Sensaciones y Tremendas Ganas en ese Principio

Sensaciones y Tremendas Ganas en ese Principio

Poco a poco ese gusto desoído de las nuevas generaciones comenzaba a virar; la fuerza de la inquietud inquietó al uniforme de color y de hecho. Ya no fue lo mismo, cuestionar y cada vez con volumen más alto comenzaba a ser casi una moneda corriente.
Columnistas
Más Artículos