Introduciendo la mano en esa galera del olvido, extraemos un nombre al azar: la Bidú Cola. Una gaseosa cola que pisó fuerte en la Argentina durante tres décadas, compitiendo con la Coca Cola que en la década de 1940 arribó a nuestro país.
Los principales compradores de carne eran ingleses, los que buscaban maximizar la relación calidad-precio. Es por esto que preferían los cortes con más carne y menos hueso y grasa, los costillares no les resultaba atractiva.
Esperá que te cuento una de Mar del Plata. Me para un sabihondo y me dice: “Cantás mejor que Gardel”. Claro, a él le dicen el Mudo y yo canto puntos, comas, silencios. Y lo miré fijo: “Nadie, oíme, nadie puede cantar como el ídolo”.
Carlos Mugica tenía 43 años. Después de descansar un cuarto de siglo en el cementerio de la Recoleta, sus restos fueron trasladados a pulso hasta la capilla de la Villa Comunicaciones en Retiro, acompañado por una multitud.
Gabriela Ríos: “Mi frase es “decir mucho en pocas palabras” y ser voz abierta, por eso insisto y persevero. Además, como ventaja y ventanas, al estar cerca de otras localidades, me entusiasma poder acercarme a otros/as poetas y compartir.