Historietas
Fecha de Publicación:
Don Chamuyo
Las Historias de Don Chamuyo, con costumbres un tanto «desactualizadas», pero que dejan Testimonios
Don Chamuyo

Don Chamuyo es algo así como la memoria viviente de Buenos Aires, es un veterano. Un retirado de los años de oro en la noche porteña, de  un Buenos Aires donde todavía se rendía culto al coraje, donde los compromisos se sellaban con un apretón de manos y el tango reinaba de forma indiscutida.

El comienzo de sus aventuras esta siempre ambientada en el momento de la edición de la revista: en los iniciales años Sesenta. Don Chamuyo  tiene dos partenaires, dos adolescentes que lo acompañan y lo admiran y entorno a la mesa del café,  escuchan al protagonista relatar historias de su juventud, historias de aquel Buenos Aires perdido.

Don Chamuyo es un buen narrador pero no se vanagloria, no hay jactancia en sus relatos, sí hay una tendencia aleccionadora, una intención docente. El mecanismo de la historia es siempre el mismo: un hecho casual y algún comentario del personaje a propósito de ese episodio,  generan las preguntas de los chicos desencadenando el relato,  narrado en primera persona por aquel. El dibujante se encarga de trasladar la acción a los años mozos de Don Chamuyo ensamblando una historia dentro de la otra.

La doble historia no es sólo un  recurso técnico, sino que es una consecuencia de la filosofía del personaje, que tiende puentes entre dos generaciones  aparentemente separadas por un  abismo; la excelente relación entre el veterano y los jóvenes así lo demuestra.

Por otra parte, Don Chamuyo no  se limita a ser un transmisor pasivo de recuerdos, ya que él mismo mediante su indumentaria, sus valores y el lenguaje de todos los días, hace un ejercicio cotidiano de la memoria.
Personaje de Historias Tangueras – Ediciones Torino – 1962

Chamuyar: Lunf. Conversar, hablar una o varias personas con otra u otras
«Me vas a decir quién es / ese que  estaba con vos / hace un rato chamuyando»  
José González Castillo – Entre Bueyes no hay Cornadas – 1908

Del cast. Caló Chamullar: conversar.

Chamuyo: conversación
«… para hacer girar la ortofónica de su chamuyo…»
Roberto Arlt – Aguafuertes Porteñas – 1933

Flirteo: Cotejo amoroso
 «… repartido en chamuyo / que cuaja en casamiento de los sábados…»
José Portogalo – Letra Para Juan Tango – 1958

Chamuyeta: charlatán  – Formado sobre el modelo de charleta

Chamuyo: v. Chamuyar.
“Como chamuyo aquí, o junar, que son gitanas, pero las usan todos”
Clarín – 04-04-85

Una de las Historias de Don Chamuyo, con costumbres un tanto «desactualizadas», pero dejan Testimonios de un tiempo que Ya fue, por lo menos con estos hábitos.

Temas
Comentarios
Literatura Iberoamericana
Entre lo Cualitativo y lo Cuantitativo

Entre lo Cualitativo y lo Cuantitativo

Al amor hay que disfrutarlo y tratarlo como lo que es, un regalo sagrado de Dios que hizo en la pareja como un desinteresado y generoso regalo de su amor; el sexo es, desde el punto de vista conyugal, una única expresión sexual.
Reflexiones de un Nuevo Día
¿Qué Podemos Hacer en el Aula?

¿Qué Podemos Hacer en el Aula?

Todos los métodos hacen foco en la comunicación entre los protagonistas, que trabajen colaborativa y respetuosamente para hallar una solución que los satisfaga a ambas partes y la clase sea Entretenida - Ordenada - Organizada y un Trabajo en conjunto.
Bitácora Humana
Por qué Minimizamos Nuestros Logros

Por qué Minimizamos Nuestros Logros

Nos olvidamos con el Síndrome del Impostor cómo empezamos a caminar y obviamos que el éxito y fracaso es la cara de la misma moneda, así como lo bueno y malo, lo feo y lo bonito, la paz y el tormento.
Entre Caminos y Estrategias
Puente Colgante Miculla – Tacna

Puente Colgante Miculla – Tacna

El complejo Miculla presenta el arte rupestre más extenso del Perú y de Sudamérica. Al llegar al desierto estás por las huellas contemplando el arte rupestre impresionante. Además, se dice que el centro es un lugar de energía donde podemos recargarnos de ella.
Pintadas
La Noche de los Lápices

La Noche de los Lápices

La medida fue tomada en agosto de 1976 y algunas interpretaciones, ubican esa decisión en la creencia de que los estudiantes secundarios reaccionarían, permitiendo así a los represores ubicar a los líderes y suprimirlos.
Columnistas
Más Artículos