Tradiciones
Fecha de Publicación:
Aparcero
Rescate de Brochazos de Nuestra Tierra
Aparcero

Candor de sentimientos finamente prendidos a la campeada seguidora. Ni temporal ni fríos ni leguas sujetarán la necesidad de dar con el que complete la yunta. Parejos en lo que caiga.

“¿Vamos?” “Meta”.

Amigos hay que ni la muerte los tapa. Más grandes los levanta dentro de los troncos que nos quedan. Una hermandad que ni la sangre es capaz de darla. Cosa del alma es ésta. Fijada arriba pero que el varón crea en sus propias virtudes.

Aparceros andan, tan firmes, tan buenamente enteros sobre la encontrada linda, que se prenden para todo el viaje. ¿Otros? ¡Hum!…” ¡Ni para dar con ellos en las buenas!…” Pero apenas asomó uno grande ya se anda dándole las gracias a la vida porque quiso arrimarlo. Es que se le mira los ojos cual encontrándonos espejados en esa lindura de verlos claritos y dados con su calor de alma.

Una mano a tiro hoy y mañana. Limpia. Recia.

“Como novios son”. “Sombra el uno del otro”

Real. Tiran parejo. El mismo afán los mueve. Y los alegra o los enoja.

“¡No te toques el ladero!”

Y el aviso vale como chuceada o  como prevención. Saltará éste cual si el tocado no fuese otro que él mismo. Y eso es lo entrador. Darse es lo varón.

Gustada grande sobre el pausado tranquear penas. Bizcochos hay que ven cual muchacho a quien se mueve curcuncho de tanto arañar años. En una línea el medio siglo, o más, pisoteando en yunta este claro hablarle al cielo de todos los días. Eso es lo que importa. Es que prendido a los sacudones de la amistad el hombre vale por dos. O por muchos.

Esta Collara Del amigo tiene la suavidad de lo que está lejos, azulado brillo de lucero al caso, o de la ternura de mirar las mismas cosas. Un mismo acento para las mismas palabras. Ciñe como manea y pareciera que no fuese así. Al contrario: falta aire si no se sabe de él. “¿Por dónde andará?” “¿Qué le habrá pasado?”.

Un trote sagrado sin habérselo propuesto ni el uno ni el otro. Y se lo cumple con la naturalidad que el niño campea pájaros o el hombre triste se ahonda en la noche.

Real canto de fe y varón pegado al áspero bregar. Dormir se puede si hay confianza. Ni se llega a abrir la boca que ya estará sabiendo lo que se le iba a decir. O ni la abre él y se está redondamente dentro lo que quiere, trama o sueña. No brujos para entenderse tanto.

Nada mella este filo impagable. Ni nuestras propias caídas. Que no siempre se cae parado; cuevas aparecen que ni el más prevenido las espera. Mandobles que manda al aire para que el hombre aguante cimbronazos.

Años y más años sobre el mismo trato. Por ahí una separación. Y vuelta a encontrarse. Y vuelta a contarse cosas y fracasos y golpea y alegrías grandotas como montañas, en este trance, para ver que caen dentro de un surco ni arado por las mismas manos.

Y prenden. Como que en realidad no se sabe si son suyas o son de uno.

Un amigo, cabal, y el alma es otra.

Brochazos de Nuestra Tierra – Juan Cornaglia – Colección Centauro – 1952
Copyright by Acme Agency SRL
Ilustración – M. Martínez Parma

Temas
Comentarios
Bitácora Humana
Palabras que Construyen, Palabras que Destruyen

Palabras que Construyen, Palabras que Destruyen

Hay que resaltar que en la actualidad la comunicación se ha convertido tan impersonal y escrita que se utiliza la virtualidad como un medio formal para concretar asuntos, en ese caso es donde se debe ser cuidadoso con la redacción y con las expresiones.
- Central -
El PMO Como Ley

El PMO Como Ley

El PMO, como está hoy, queda corto: es fragmentario, desigual y vulnera derechos esenciales. Convertirlo en ley, con una reforma que incorpore la perspectiva de discapacidad, de derechos humanos y de género, es una obligación política, jurídica y ética.
Por Amor al Arte
Benito Quinquela Martín

Benito Quinquela Martín

Quinquela ilustró su afirmación con un ejemplo de las complicaciones que, a su llegada a Londres, le produjo cierta declaración aparecida en un diario. A un periodista se le ocurrió preguntar por qué no pintaba mujeres.
Hacete la Película
Soy la Cosa Bella que Vive en Esta Casa

Soy la Cosa Bella que Vive en Esta Casa

Como es costumbre en este tipo de largometrajes, el ritmo narrativo puede ser un punto en contra para el espectador acostumbrado a films de terror más vertiginosos y abundantes en sangre. Aquí no hay nada de eso.
Testimonio, Conciencia y Reflexión
Somos lo que Comemos

Somos lo que Comemos

El Poder de Decidir qué Comer. Cada comida es una oportunidad para sanar o dañar el cuerpo. La alimentación no solo previene enfermedades: también mejora la concentración, el sueño y el estado de ánimo. Comer bien no es una obligación, es un acto de amor propio.
Columnistas
Más Artículos