Personajes en el Tango
Fecha de Publicación:
Atorrante
Del Libro Personajes en el Tango – Roberto Bongiorno – Editorial Unilat – 2010
Atorrante

De origen incierto, la palabra atorrante es una de las más difundidas en el habla popular Argentina. El atorrante, es un sujeto con fama de irresponsable, de vida liviana, que rehuye  compromisos y es poco afecto al trabajo. También se califica de atorrante al vagabundo, a quien tiene una vida irregular.

Se presume que el vocablo se origina en el verbo atorrar, de raigambre lunfarda. Atorrar es dormir. ¿Cómo deviene el universal hábito de dormir en un personaje de la picaresca porteña?

Una de las versiones más conocidas del origen de la palabra en cuestión, se remonta a los que años en que la entonces Municipalidad de Buenos Aires iniciaba sus obras de salubridad que incluía el tendido de una red de aguas corrientes, esto se registraba entre fines de la década de 1860 y comienzos de 1880, ya que dichas obras se hicieron por etapas con sucesivas interrupciones.

Afirma tal versión, que en los enormes caños apilados en las calles, acostumbraban dormir individuos que no tenían vivienda; esos vagabundos, atorraban, según la jerga callejera de entonces. Y otra aseveración de base desconocida, asegura que los famosos caños  tenían en su dorso la firma del fabricante: “A. Torrant”. De “A. Torrant” a atorrante, hay solo una letra.

De todos modos, casi no hay discusión acerca de la existencia de atorrar, antes que atorrante.

De donde viene atorrar, se intenta explicar con la costumbre vigente en la campaña bonaerense a fines del siglo XIX; en pulperías o almacenes, a quienes se acercaban a esos comercios solicitando trabajo, se les encargaba la tarea de torrar (tostar) café, y en muchos casos, esos personajes también dormían sobre las bolsas de granos; no habría faltado quien calificó de atorrante al que se ocupaba de tostar granos y por asociación, el atorrante que dormía sobre las bolsas, en realidad atorraba. Si recordamos que el perfil del atorrante correspondía con una figura vagabunda, errante, sin compromisos, tenemos definido el contorno del personaje.

El vocablo atorrante, superó holgadamente el siglo de vida en el habla argentina y porteña en particular.

El atorrante nutrió generosamente la literatura y los tangos, fue un personaje característico del café porteño, del anecdotario barrial, floreció en las oficinas, en el servicio militar, en la escuela.

El siglo XXI lo encuentra en su plenitud.

Referencias

Este vocablo pasó a significar luego ‘vago, que anda de una parte a otra sin oficio y limosneando’.

Vago: Perezoso:
«Mire que se necesita ser pavo para preferir andar de atorrante a estar en la estación cómodamente…».
Fray Mocho – (José S. Álvarez Escalada) – Cuentos

Ruin, vil: de sentimientos innobles
«…su amigo Jalomín, pillo conocido y atorrante de profesión».
Mayoral – Sainete – Enrique Garcia Velloso

Humilde: de poco valor o entidad
«… una fiaca sumada a la  economía de una rentita atorranta».
Roberto Arlt – Aguafuertes Porteñas

Atorrantear: vagar sin oficio, ociosamente y sin preocupación alguna por las normas de convivencia. Atorrantismo: condición de atorrante; acto y efecto de atorrantear.

Atorranta: mujer que se entrega con facilidad, por vicio o por interés, pero que no es todavía una prostituta profesional. Corren también la aféresis rante su  forma vésrica terrán.
«…cuando vos eras terrán…».
Agustín Irusta – Tango: Dandy

Y la Variante Rantería: atorrantismo; el apócope atorra: atorranta, atorrante; el despectivo rantifuso: de baja condición—por cruce con esquifuso-.
«Era una   paica papusa, / retrechera y rantifusa…»
Alberto Vacarezza – Tu Cuna fue un Conventillo 

Y la variante Terraja: atorranta, atorrante
«Cuna de guapos cantores, / de fiocas y malandrines, / de terrajas ambulantes/ que recién van a punguiar…».
Bartolomé Rodolfo Aprile – Arrabal Salvaje

Temas
Comentarios
Al Pie de la Letra
Recital… y Ellas

Recital… y Ellas

Acto seguido se abalanzó sobre el chabón y le metió su zocotroco de puño en la cara a lo que el muchacho reaccionó y la trifulca desembocó en un revuelco sobre el pasto mientras la otra chica gritaba su desesperación ambivalente...
Literatura Iberoamericana
Tradiciones y Costumbres

Tradiciones y Costumbres

A medida que vamos creciendo y adquiriendo un juicio crítico, podemos armonizar o no con esas prácticas heredadas. Menos mal cuando los padres son tolerantes en cuanto a su ejercicio, pero las relaciones se complican cuando son fanáticos.
- Central -
Nuestro Primer Primero de Mayo

Nuestro Primer Primero de Mayo

Esa fecha la fijó la Segunda Internacional con sede en París, en 1889 para recordar a los Mártires de Chicago, un grupo de trabajadores que protagonizaron una huelga y fueron ejecutados por la justicia norteamericana en 1886.
Reflexiones de un Nuevo Día
Pre y Pro Como Prefijos

Pre y Pro Como Prefijos

Los conflictos no pueden ser evadidos, negados, ocultados, dejados de lado, muy por el contrario, los conflictos deben ser gestionados de forma pacífica, respetuosa y colaborando los protagonistas para hallar una solución mutuamente satisfactoria.
Semblanzas
Los Árboles y las Sombras Gringas

Los Árboles y las Sombras Gringas

El historiador e investigador argentino Carlos Moncaut -erudito en la flora argentina - relata hechos tan apasionantes como novedosos , que permiten imaginar la transformación que se vivió nuestra región, y su paulatina forestación.
Columnistas
Más Artículos