Aunque la Ley nos Proteja, ¿Qué se Debe Elegir y lo que Dejar Ir?
Somos poseedores de una carga energética asignada, y es nuestra responsabilidad el utilizarla con medida y no desperdiciarla. Sí, somos conductores de una fuerza Divina tal que, cuando estemos conectados conscientemente, tendremos acceso a ella siempre y cuando eliminemos algunas interferencias. Pero, ¿de qué manera podemos perder nuestra energía vital?
1- Si no tomamos distancia de aquellas personas que sólo llegan para compartir quejas, que tiende a transmitirnos miedo, problemas y emiten juicios negativos a los demás. Evitemos a ese alguien busca un lugar para echar su basura en nuestra mente.
2- Si no delegamos aquellas tareas que no preferimos hacer.
3- Si no cumplimos las promesas y preguntarnos por qué tenemos resistencia. Desde luego que tenemos derecho a disculparnos, a cambiar de opinión, a renegociar, a compensar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa que no ha podido ser cumplida. Que no sea una costumbre el no cumplir.
4- Si no descansamos. Darnos permiso para descansar en esos momentos que lo necesitamos, y permitirnos actuar si creemos que es el momento, es la oportunidad.
5- Si no enfrentamos esas situaciones tóxicas que estamos tolerando hace mucho tiempo y tomemos la acción necesaria, ya sea respecto de amigos, un familiar o bien la tolerancia de acciones negativas de nuestra pareja.
6- Si no perdonamos… Siempre se puede elegir dejar el dolor del recuerdo; por lo que dejemos ir esa situación que nos esté causando dolor.
7- Si no priorizamos nuestra salud. Si la maquinaria de nuestro cuerpo está trabajando al máximo, no se puede hacer mucho.
8- Si no tiramos esas cosas del pasado que ya no se necesitan; nada nos toma más energía que un espacio desordenado.
9- Si no nos desprendemos del rencor, los miedos y la ira, que son los bloqueadores más frecuentes.
10- Si no nos conectamos con Dios y su Amor, que es la fuente más grande de energía.
Actuemos de manera responsable, meditemos, respiremos y, si nos es posible, tomemos sol por las tardes, o bien tomemos baños en el mar. Escuchemos nuestro cuerpo y eliminemos las toxinas, hagamos ejercicio, prestemos atención si nos faltan vitaminas o minerales. Alimentemos nuestro cuerpo con comidas sanas y frescas. Hagamos una cita médica y sigamos trabajando en la prevención para evitar la crisis de una enfermedad.
Dediquemos nuestro tiempo a hacer las cosas que sí se disfrutan. La naturaleza tiene ritmos y nuestra vida también. No actuemos en el momento erróneo, pues nos quita energía; no huyamos de responsabilidades y no abandonemos lo verdaderamente significante en nuestras vidas.
Siempre podremos elegir nuestro camino y fluir sin apegos hasta llegar a la otra orilla a salvo.
Debemos enfocarnos en el presente, dado que vivir en el pasado o vivir en el futuro, solo nos drenan del presente y entregar a Dios el control para, con Él no acobardarnos… Tenemos una fortuna, que es la salud, y que Dios nos la regaló conjuntamente con latidos de vida. Seamos felices latido por latido y usemos nuestro tiempo con conciencia, y no desperdiciarlo.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te muestre su rostro, y permita que prosperes en todo, y que derrame sobre ti, muchas bendiciones de Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad. Claudio Valerio ®. Valerius |