La lengua, también llamada taíno, se considera extinta… Hoy por hoy, el taíno está presente en el Caribe (en especial en Puerto Rico, Cuba y República Dominicana) porque muchos de sus ríos, pueblos o montañas, tienen como nombres raíces de esta lengua.
Por Claudio Valerio
¿Borincano o Borinqueño? Puerto Rico, la isla… La Borinqueña
“Taíno” se refiere a un grupo étnico, pueblo, que habitaba en la isla «La Española», isla del caribe conocida también como “Hispaniola”, Cuba, Jamaica y Puerto Rico. En el presente, La Española políticamente está dividida en dos países: República Dominicana y Haití.
La lengua, también llamada taíno, se considera extinta… Hoy por hoy, el taíno está presente en el Caribe (en especial en Puerto Rico, Cuba y República Dominicana) porque muchos de sus ríos, pueblos o montañas, tienen como nombres raíces de esta lengua.
«Borinqueño» es, esencialmente, el ciudadano puertorriqueño; es un término utilizado para referirse a la persona de Puerto Rico y, como sinónimo de «puertorriqueño», «boricua», que deriva de «Borikén»… En resumen, un borinqueño es una expresión aplicada a las personas nacidas en la isla de Puerto Rico, o bien se criaron en ella.
La poeta Ana Delgado Ramos, de Puerto Rico, es una poeta enamorada de su país, una mujer que escribe en poesía y, a través de ella, nos cuenta, nos narra, expresa, explica un sentimiento; una historia.
A través de sus versos la poeta nos transmite una perspectiva, un mensaje, que nosotros sabremos de interpretar.
El Poeta Borinqueño
Ana Delgado Ramos (Puerto Rico)
El poeta se levanta para mirar hacia el cielo
La luna le dio desvelos con una luz muy brillante
Aunque el pitirre no cante y el ruiseñor entristezca
Él siempre tiene una fiesta en su inspirador sentido
Y busca cualquier motivo para escribirle a su tierra
¡Que entre la gracia de Dios! ¡Mujer abre las ventanas!
porque hay que vivir con ganas cuando la luz nos cobija
cuantos quisieran la dicha de tener un sol como ese
parece que no entristece ni con la nube más grande
se mantiene tan brillante que puede quemar mi piel
y yo no vivo sin él, pues soy como la semilla
que con su calor germina para que pueda crecer
Nunca voy a entristecer mientras mire a mi montaña
Y la vea retar al cielo con su verdor y elegancia
Que hace que ese cielo aguante con su azul por tantas horas
Y del mar pinte las olas, que la arena sea el gran marco
De las penas que no aguanto y no pueden ser más grandes
Que la belleza gigante de ese mar que me rodea
Que la luna me reciba cuando el cuerpo está cansado
Es vivir acariciado en la noche de descanso
Sueño mientras me levanto con el coquí y el pitirre
Los oigo cantar felices, es que el sol volvió a nacer
Como renace el placer de escribir mientras te canto
Si yo no estuviera aquí no tendría inspiración
Pues sería un corazón lleno de aire congelado
Que al poeta le ha negado la inspiración duradera
Nací para levantarme siempre mirando hacia el sol
Disfrutar de su calor dándome siempre energía
De vivir con alegría, sin sentir ningún temor
Que la luna me acompañe mientras escribo mis versos
Se enterará el universo de lo bella que es mi tierra
Siempre me inspiro con ella y el coquí me pone el tono
Cuando de tristeza lloro por mi Borinquén tan bella.