Se trata de un revestimiento de laminado plástico de cuidada estética y presentación decorativa. Tiene una superficie sólida que resiste el uso constante, roturas, golpes y altas temperaturas de hasta 180 grados. También las manchas ocasionadas por el uso doméstico pueden ser borradas, ya que son superficies lavables. Las aplicaciones son múltiples. Se utilizan en muebles varios, paredes, pisos, divisiones sanitarias, de ambientes y otras aplicaciones en espacios comerciales y residenciales. La variedad alcanzó los 45 colores y estampados símil madera. Pese a ser una marca comercial registrada, Formica por la permanencia en el mercado y su difusión, se convirtió en genérico del producto. Por otra parte, es interesante salvar la diferencia con otro material que abunda en los muebles de cocina y que a veces induce a confusión: se trata de la melamina. La diferencia entre ésta y el laminado Formica, consiste en que la primera es un cuerpo aglomerado con papel adherido y prensado. La segunda, de Formica se trata, proviene de la aplicación de varias capas de estratificados sometidos a alta presión. El resultado es un producto final de alta calidad y resistencia. Una ventaja adicional es que puede pintarse, previo lijado intenso practicado con una lijadora eléctrica. También para evitar imitaciones que engañen al consumidor, los productos tienen estampados la marca registrada Formica.
En nuestro país la elabora Cyanamid de Argentina SAIC, subsidiaria de Formica Co. subsidiaria de Cyanamid. Su planta industrial se encuentra en la localidad de Lomas del
Mirador, provincia de Buenos Aires.
Pero ¿cuál es el orígen de Formica? En el año 1913 Daniel O’Connor patentó la fabricación de aislantes laminados y junto a Herbert Faber y John Tomlin funda Formica Products Co. El primer laminado para uso de conmutadores en reemplazo de la mica. Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, Formica Co. incursiona en la producción de impregnados en plástico para hélices de madera, en el contexto de la industria de guerra. Superado el conflicto, Formica Co. y asociados, se vuelcan al mercado de revestimientos para múltiples usos. En la década de 1950, presentan el diseño Skylark Pattern de Brook Stevens.
Y años más tarde, inaugura la planta industrial de plásticos laminados en Tynemouth, Inglaterra; convirtiéndose ésta unidad en la sede de la empresa para toda Europa.
Otro de los desafíos enfrentados por Formica Co. y subsidiarias, es la protección del medio ambiente, debido a las materias primas y excipientes utilizados para la producción de revestimientos. Realizan un análisis del ciclo de vida del producto, evaluando el presunto impacto ambiental que puede provocar Formica en alguna etapa de elaboración.
Desde la generación de materia prima, hasta el transporte del revestimiento a los clientes y a los distintos centros de distribución. Seguimiento que se extiende hasta el fin de la vida útil del material. Toda esa información, se procesa y luego se aplica al desarrollo de nuevos productos, en equilibrio con la preservación del medio ambiente. Ese complejo proceso se cumple también en las plantas elaboradoras de Asia, Europa, EE.UU y otras regiones y países. Formica asumió también el compromiso de reducir el uso de energía, la emisión de gases, e instruir a sus proveedores de materia prima en el aumento de reciclado y en la obligación de utilizar fibras procedentes de forestación sostenible.
En el contexto de la pandemia mundial de Covid – 19 en el año 2020, Fórmica Argentina SAIC mantuvo su producción abasteciendo industrias, pero priorizando los proyectos sanitarios y On Line mediante, mantuvo el vínculo con sus clientes e interesados.
En 2020 y desde varios continentes, Fórmica Group era el mayor fabricante de laminados de alta presión a nivel mundial.
¿Por qué decís que sos fan de tu padre?
–Porque era un señor. Tenía una fábrica de fórmica. Cuando a mí me agarraron los 60 no me asombró tanto, porque estaba en una familia donde mi padre descollaba: hacía obras de teatro, se disfrazaba, montaba unipersonales. El arte estaba bien visto en mi casa.
Radar -16-09-13 – Por Mariano Kairuz a Andrew Bujalski
Ese viejo café porteño con la barra de acero y el pico del agua en forma de cisne, las mesas de mármol, las sillas Thonet, las bolseries, los espejos, los bronces, la luz lechosa de los globos y la tonalidad marrón de la madera ha sido sustituido hoy por espacios indefinido, poco acogedores, plagados de formica y luces fluorescentes que, además, cambian a cada rato su ambientación según los caprichos del decorador de turno.-
Buenos Aires, Vida Cotidiana y Alienación
Juan José Sebreli
Ediciones Siglo Veinte – 1990