Creencias, Mitos y Leyendas
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Yasí – Yateré
Otras descripciones sostienen que es viejo, rengo y feo, que en vez de bastón lleva en la mano una caña, vara o lazo
Yasí – Yateré

También Yacy Yateré. Hermoso enano rubio y barbudo que recorre el campo desnudo, con un sombrero de paja en la cabeza, y en la mano un bastón de oro que jamás abandona, por ser el arma que le permite hacerse invisible y disponer de otros poderes sobrenaturales. Se dice que en la parte superior de este bastón se halla el silbato que produce el estremecedor llamado que advierte su presencia y deja sin dormir las mujeres cuando lo escuchan de noche. Otros afirman que el autor del silbido es un misterioso pájaro, pero las descripciones que se hacen del mismo son tan variables e imprecisas que solo sirven para probar lo insostenible de la aseveración.

Otras descripciones sostienen que lleva los pies hacia atrás, que es viejo, rengo y feo, que en vez de bastón lleva en la mano una caña, vara o lazo, e incluso que tiene cuatro talones. En este último caso se llama pytá-Yobay. Según Martínez Gamba, los mbyá no lo conocen. Para León Cadogan, el origen de este mito podría ser el Jakarendi de los aché-guayakí.

Habita en la selva. Su guarida está en los troncos, de donde sale por las siestas, y a menudo también de noche, sobre todo en las de luna llena. Rapta niños para jugar un tiempo con ellos, lamerlos y abandonarlos luego en un monte, envueltos en enredaderas. Otras veces los ahoga en un arroyo al que los conduce con engaños, o los retiene para enseñarles a robar niños. También secuestra muchachas hermosas para satisfacer sus apetitos sexuales, naciendo de tales uniones criaturas que revelarán luego las mismas inclinaciones del padre. Los raptados por el Yasí-Yateré sufren un ataque de epilepsia o algo semejante al cumplirse un año del hecho.

Le gusta la miel silvestre. También mascar tabaco, por lo que algunos, para granjearse su amistad, alimentan su vicio, dejándole unas hojas en los sitios que frecuenta. La ofrenda puede consistir también en otras cosas de su agrado. A los pocos días se mostrará al que así busca su compañía, le hablará y se convertirá pronto en su amigo fiel, que lo ayudará a salir airoso de las empresas más difíciles. Pero si se olvida un vez de dejarle el regalo habitual, montará en cólera y se volverá su más encarnizado enemigo.

Su leyenda está muy difundida en Corrientes, Misiones y Paraguay. En Río Grande do Sul se lo conoce como Sacy. Se afirma allí que tanto el Sacy como el Yasí-Yateré son guardianes de la selva, símbolos de lo útil y bello que debe ser preservado de toda destrucción insensata.
Seres Sobrenaturales de la Cultura Popular Argentina – Adolfo Colombres
Biblioteca de Cultura Popular – Ediciones del Sol – 1984
Ilustración de Ricardo Deambrosi

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