Costumbres
Fecha de Publicación:
Saltar la Cuerda
Juego infantil universal, que se caracteriza por sus muchas variantes
Saltar la Cuerda

Juego infantil universal, que se caracteriza por sus muchas variantes. La practican, esencialmente las niñas, aunque en algunas circunstancias también varones.

Se salta la cuerda individual o colectivamente; cuando es individual, el saltarín lo hace impulsando la cuerda o soga, como también se le llama, en forma simple o cruzada, es decir, impulsándola de adelante a tras o bien, también de adelante a atrás pero cruzando los brazos.

Generalmente cantan para determinar cuántas veces se salta sin pisar la cuerda o simplemente enredarse en ella.

Cuando se hace un conjunto, dos niñas sostienen la cuerda por las puntas, entrando una, dos, tres o más participantes según se acuerde.

Ilustración de María barrios Mayorga – 1988

A veces el juego en estas circunstancias va a compañado de cantos, especialmente si el juego es de una sola niña. En estos casos va acompañado de acciones concordantes. Ejemplo:

Dice la niña:
Tiro el pañuelito al suelo
Ustedes lo van a ver,
Tiro el pañuelito al suelo
(lo arroja el suelo tratando de evitar que la soga lo arrastre)
Y lo vuelve a recoger
(las niñas de las puntas siguen dando vueltas a la soga) y la que salta se inclina rápidamente y recoge el pañuelo. Si no lo logra o se le vuelve a caer, pierde y entra otra niña y repite)

El juego de saltar la soga en cualquiera de sus variantes, es como hemos dicho universal, perdurando en colegios y en los hogares. No pocas veces se juega en las veredas, quedando por destacar que a veces cuando uno de los participantes salta mientras sus compañeros dan vuelta a la soga, de pronto dicen:

-¡Ahora picante…!

Y la hacen girar con rapidez, lo cual termina por agotar al saltarín y lógicamente pierde, ya que se detiene o pisa la soga.

Complemento Bibliográfico Referencial

Luis Alberto Domínguez – Venezuela

Existen dos maneras de saltar la cuerda: la individual, cuando el chiquillo o chicuela maneja él mismo el cordón, y la colectiva, cuando la soga es manipulada por dos niños, y el que se somete  a la prueba se dedica a brincar. Este procedimiento es más difícil que el individual, puesto que el control de la velocidad y el ritmo de la cuerda depende de “los servidores”.

La esencia competitiva de este juego estriba en saltar la cuerda el mayor número de veces posible y acumular puntos hasta completar una cantidad previamente convenida.

Cuando un chico falla cede el tueno al compañero, y de ese modo continúa el juego.
Diccionario de Juegos Infantiles Latinoamericanos – Corregidor – 1988
Felix Coluccio – María Isabel Coluccio

La Nación – 18-08-22
Temas
Comentarios
Identidades
Boleros para Todo el Mundo

Boleros para Todo el Mundo

El bolero es parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y será considerado entre las expresiones, prácticas, saberes o técnicas que las comunidades transmiten de generación en generación, según la definición de la UNESCO.
- Central -
Milstein: de Aquí y de Allá

Milstein: de Aquí y de Allá

Milstein decía a quién lo querías escuchar: “Gran parte de una persona es su educación. Y yo toda mi educación la hice en mi país. Recién viajé por primera vez cuando tenía más de treinta años”.
Gestión Cultural
Modelos de Cambio Cultural

Modelos de Cambio Cultural

Si la memoria colectiva, los mitos, los valores y las representaciones propias del grupo humano que conforma la organización no se hacen explícitos en términos operativos concretos difícilmente se pueda impulsar cambio alguno.
Semblanzas
El Hombre y su Lenguaje de Colores

El Hombre y su Lenguaje de Colores

El primer espectáculo de masas en la historia de la humanidad lo protagonizaron un Tiranosaurio Rex, implacable carnívoro, y un Homo heidelbergensis, ancestro probado de los humanos modernos que por supuesto ya controlaban el fuego.
Personajes en el Tango
Atorrante

Atorrante

En el habla popular Argentina, el atorrante, es un sujeto con fama de irresponsable, de vida liviana, que rehuye compromisos y es poco afecto al trabajo. También se califica de atorrante al vagabundo, a quien tiene una vida irregular.
Columnistas
Más Artículos