Tomemos como ejemplo un termómetro; en él hay indicadores bajo cero y sobre cero. Lo primero que debemos hacer es salir de la línea bajo cero y pasar a estar ya sobre cero, e ir dejando la persona vieja y llegar a plenitud de la persona nueva.
Por Claudio Valerio
Esperanza y Alegría
¿Qué mejor manera de prepararnos emocionalmente que buscando la reconciliación con nuestros semejantes y, desde luego, con nosotros? Es necesaria una preparación interior, es necesaria una conversión de nuestros pensamientos y, convertirse, es siempre volverse a una nueva forma de vida. Darse cuenta y decidirse a dar media vuelta, una vez reconocido el error, para después dirigirse en dirección correcta, es un buen inicio…
Tomemos como ejemplo un termómetro; en él hay indicadores bajo cero y sobre cero. Lo primero que debemos hacer es salir de la línea bajo cero y pasar a estar ya sobre cero, e ir dejando la persona vieja y llegar a plenitud de la persona nueva. Es un tiempo en el que, según la dedicación y alimentación que le hayamos dado a nuestro ser interior, podamos dejar morir al hombre viejo, y caminar ascendiendo espiritualmente hasta la total transformación.
Que nuestro punto de vista natural sea querer afirmarnos siempre en la fe, y poner siempre en el centro de nuestra vida, nuestra amistad con Dios.
Es preciso que nos transformemos interiormente y ser conscientes de pasar de lo malo a lo bueno, de menos a más y, finalmente, de lo bueno a algo mejor.
La autora de la siguiente poesía, Modesta Rodríguez, de Cuba, nos comparte su trabajo…
Modesta Rodríguez
Olor a Esperanza.
Hoy al despertar pensé
sembrar en mi humilde jardín
rosas, azucenas, jazmín
y semillas de esperanza.
Las regare de alabanzas
para verlas florecer
llenas de amor y querer
para regalarle al mundo,
porque me parece injusto
que sentimientos tan dignos
hayan perdido el camino.
Nuestra fe será el rocío
que las haga despertar
cada mañana y respirar
la fragancia de su olor
porque a cada una de ellas
le puse mi corazón.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), te envío un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, derramando sobre ti, muchas bendiciones de Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius