La comida tradicional, o ancestral, además de nutrir, aporta bienestar y confort, estimula a la economía, dado que es posible la realización de pequeños emprendimientos y negocios y, también, ayuda a mejorar la calidad de vida porque cuida la salud.
Por Claudio Valerio
La cocina tradicional, también conocida como cocina ancestral, o indígena, es esa antigua forma de comer y disfrutar de platos sabrosos, sanos y naturales basada en las costumbres de cocción, ingredientes y técnicas en sí que, a partir de la transmisión de los mismos de generación en generación y dentro de una comunidad, los hace parte de su particular cultura.
En ellas, se hace posible la reutilización de los alimentos. Esto ayuda a la reducción de los costos, desembolso o gastos económicos de los alimentos; con esta forma de cocinar también se evita el desperdicio… Con la cocina ancestral estamos frente a una forma de cocción que, desde hace mucho tiempo atrás, forma parte la cultura y la historia de un pueblo.
La comida tradicional, o ancestral, además de nutrir, aporta bienestar y confort, estimula a la economía, dado que es posible la realización de pequeños emprendimientos y negocios y, también, ayuda a mejorar la calidad de vida porque cuida la salud.
Chef Zena do Carmo (Brasil)
El Chef Zena do Carmo, miembro de la comunidad internacional de chefs “Best of Gastronomie”, nos trae, con su particular espíritu asociado al sabor y sazón, unos platos sencillos los que dice mucho acerca de su mayor fortaleza que es pelar más y desempaquetar menos… ¡La comida ancestral nos une!
La cocina ancestral está basada en el uso de alimentos cultivados y recogidos sin la utilización de procesos industriales. Sus técnicas y recetas nos permiten tener como resultado unos únicos y característicos sabores que ponen de manifiesto la identidad culinaria de la región que se trata.
La comida tradicional, o ancestral, se asocia estrechamente con las tradiciones culturales de la comunidad y, además, con los ciclo de las estaciones de la naturaleza. Las técnicas de cocción utilizadas se han transmitido de generación a generación; tal el caso de la utilización de brasas, piedras calientes y el horno de barro.
Con la cocina ancestral se promueve el uso, de una manera sostenible y responsable, de recursos naturales, cuidando de la salud; porque suele ser más saludable que la elaborada con los alimentos procesados. La cocina ancestral utiliza alimentos naturales sin procesar; de igual modo, ayuda enormemente a la conservación cultural ya que ayuda a mantener presentes la identidad de las comunidades y paralelamente preserva las tradiciones culinarias.
El chicharrón, el machaca, la barbacoa, el mole, el pozole, el tamal, el atole, son claros ejemplos de la cocina ancestral; y de igual modo la parrilla, el anticucho (un tipo de pincho o brocheta) la chicha y la pachamanca.
Este tipo de cocina es un testimonio de la diversidad y la riqueza de nuestra cultura culinaria.
En ella, no solo se encuentran deliciosas recetas, sino también historias de talentosas y valientes personas que han sabido guardar estas tradiciones.
La cocina ancestral tiene valor cultural e histórico porque, con ella, se preservan las costumbres, la historia y los conocimientos de las comunidades.