La segunda fue la Línea “B”, como proyecto presentado en 1912, por los hermanos Federico y Julio Lacroze; la Primera Guerra Mundial hizo que este propósito se suspendiera por algún tiempo. En 1930, se libró el servicio desde Federico Lacroze a Callao.

Subte B coche Metrovías –1970

Curiosidades del Subte “B”
La Línea “B” de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires, recorre íntegramente la avenida Corrientes, que décadas atrás, se la denominó “la calle que nunca duerme” por su vida nocturna, además también circula por parte de la avenida Triunvirato.

Más adelante volveremos con las denominaciones de las arterias, y también de las estaciones.

El primer subterráneo de Buenos Aires, de Argentina, y de América del Sur, fue la Línea “A”, en 1912, actualmente desde Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, hasta San Pedrito, en el barrio de Flores.

La segunda fue, justamente, la Línea “B”, como proyecto presentado en 1912, por los hermanos Federico y Julio Lacroze; la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) hizo que este propósito se suspendiera por algún tiempo.

Finalmente, en 1930, se libró el servicio al público, con el recorrido Federico Lacroze – Callao.

La traza autorizada era hasta Leandro N. Alem; la idea central de los Lacroze, era contar con un servicio para pasajeros, pero también, con un convoy para cargas, desde la Estación Chacarita del Ferrocarril Terminal Central de Buenos Aires (FCTCBA), actualmente Ferrocarril Urquiza, hasta la zona del Puerto.

Y pasamos a detallar las nueve “curiosidades”.

UNO – Tramway Rural – Fue autorizado en 1888, la concesión de tranvías, desde la Estación Buenos Aires (Lacroze) hasta Pilar; fueron los famosos “tranvías verdes” de marca J. B. Brill & Co. de Philadelphia, Estados Unidos, pero con apego a las reglamentaciones de los trenes; cuando los hermanos Lacroze dieron inicio al recorrido del subterráneo, con legislación para tranvías, era todo un tema compatibilizar ambas normativas.

Los pasajeros ni se enteraban de las dificultades legales, su preocupación era sólo viajar con comodidad.

DOS – Arroyo Maldonado – Las construcciones de la avenida Juan B. Justo, con el entubamiento – ahora entabicamiento, es decir, de mayor tamaño –  del arroyo Maldonado, y del Subte “B” a zanja abierta sobre la avenida Corrientes, entre las avenidas Federico Lacroze y Medrano, trajeron sus dificultades y demoras.

Puntualmente, para sortear el arroyo, se debió bajar a más de 15 metros de profundidad, y hacerlo con suma prudencia, a fin de que el túnel para el futuro subte sea confiable, es decir, que no sufra filtraciones provenientes del arroyo.

Toda una tarea difícil para esa época, y que debió tener en cuenta la mejor tecnología vigente en ese momento; ahora, simplemente, disfrutamos del recorrido del subte sin considerar los problemas emergentes de una construcción compleja.

Estación Tronador, Gliptodonte en Exhibición

TRES – Esqueletos – Cuando se realizaron las excavaciones para la construcción de la estación Leandro N. Alem se hallaron los restos de un “elefante” americano de la Era Cuaternaria, que actualmente está expuesto en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

Posteriormente, en el año 2000, cuando se trabajaba en la extensión del recorrido, en la avenida Triunvirato al 2900, para la estación Tronador, los obreros en sus tareas, encontraron los restos fósiles de un gliptodonte de un millón de años de antigüedad; lo podemos observar en la estación, donde está en exhibición.

CUATRO – Desvíos – En la estación Federico Lacroze está el desvío para ingresar al Taller Rancagua; se ubica entre Lacroze y Dorrego, bajo el Parque Los Andes; su construcción data de 1930, para alojar y reparar los coches, y también a las unidades que salen de tareas en horario de baja demanda.

Estación Carlos Gardel, Mural de Carlos Gardel

En Carlos Gardel, también se encuentra un desvío: se trata de un enlace construido en 1933, para acercar las frutas y verduras, que venían por la Línea Urquiza desde la Mesopotamia; en horario nocturno, a contraturno del subte, se descargaban hacia los sótanos del Mercado de Abasto.

Un incendio en 1952, motivó que se cancelara el servicio y se clausurara el túnel.

Como nota de color, en la misma estación Carlos Gardel, se encuentran varios murales, de indudable calidad artística: Andrés Compagnucci, Gloria Ingelborn y León Untroib homenajean al “Morocho del Abasto”.

¡Ah! También hay una salida especial, directa al Shopping Abasto; cosas de la publicidad y la comercialización.

CINCO – Conexión Carlos Pellegrini – Conecta con la Línea C estación Diagonal Norte, y Línea D estación 9 de Julio; data de 1931, y fue la terminal provisoria, hasta la finalización de las obras en Leandro N. Alem.

Sus pasillos albergan varios locales comerciales, para que los pasajeros, en medio del apuro, se detengan en algún kiosco, o lugar gastronómico, para hacer un pequeño alto en su camino; muy transitado en horas pico, con gente ensimismada en sus pensamientos.

Y enlaza con la Galería Obelisco Norte, una galería subterránea comercial, que data del año 1949, con el nombre de Pasaje Juan de Garay; su origen nada tuvo que ver con el subte, sino con la dificultad para cruzar la avenida 9 de Julio, dado que en esos años, todavía no había semáforos; es decir, su creación se debió a una necesidad sobre la seguridad.

Años más tarde, en 1964, el Pasaje Pedro de Mendoza, que también cruza la avenida 9 de Julio, pero entre la avenida Corrientes y Sarmiento, se transformó en Galería Obelisco Sur.

SEIS – Locales comerciales – varias de las estaciones, pero no todas, albergan locales comerciales: Federico Lacroze, y desde Carlos Gardel al centro, todas; fundamentalmente, kioscos de diarios y revistas, de golosinas, relojes y cambios de pilas, loterías, y tabaquerías. Quizás Pueyrredón (después de Carlos Pellegrini, por supuesto) sea la más comercial y concurrida.

Andén Juan Manuel de Rosas

SIETE – Andenes – De acuerdo a la época en que fueron efectuadas las obras, los andenes pueden ser: uno hacia una terminal (Alem) y otro hacia la otra terminal (Rosas), ó con un único andén en el medio de la estación.

Las estaciones que tienen andén en el medio, es decir, se puede ascender al convoy para ambas direcciones, son:

• Juan Manuel de Rosas.
• De los Incas.
• Tronador.
• Carlos Pellegrini.
• Florida.
• Leandro N. Alem.

Obviamente, son la minoría de las 17 estaciones que componen la Línea “B”.

OCHO – Cambios en las denominaciones – Con los cambios sociales y culturales que acontecieron en estos casi 100 años de la existencia de la Línea B”, muchas fueron las modificaciones en los nombres; haremos una breve reseña.

Juan Manuel de Rosas – iba a llamarse Villa Urquiza, pero se prefirió reivindicar a la figura de Rosas.

De los Incas- Parque Chas – en sus comienzos, fue sólo “De los Incas”, luego se agregó el aditamiento, a pedido de la Junta de Estudios Históricos de Parque Chas.

Tronador – Villa Ortúzar – ídem que el anterior, era “Tronador”, luego se le sumó el nombre del barrio.

Malabia – Osvaldo Pugliese – fue “Canning” hasta que dicha avenida se denominó Scalabrini Ortiz, ahí pasó a ser “Malabia” y desde 2010 se le agregó Osvaldo Pugliese, en homenaje al artista, vecino del barrio.

Ángel Gallardo – durante muchísimo tiempo fue “Río de Janeiro” por la cercanía con dicha arteria, a sólo una cuadra; pero, como ese nombre lo tiene una estación de la Línea “A”, y a modo de evitar confusiones, se le cambió la denominación.

Como anécdota, diremos que la estación se encuentra casi en la esquina de la avenida Corrientes, con la intersección de las avenidas Estado de Israel, y su continuación Ángel Gallardo.

En los primeros años de la existencia de esta parada, se encontraban las calles con otros nombres, es decir, en la intersección de la calle Lavalle (actualmente Estado de Israel – Ángel Gallardo, dado que Lavalle terminaba en Río de Janeiro) y las avenidas Triunvirato y Corrientes (Triunvirato terminaba en Lavalle, y de ahí, seguía Corrientes). Qué loco todo, ¿no?

Carlos Gardel – antes “Agüero”, y desde 1984, homenajea al “Zorzal Criollo”; también en la Línea “D” hay una estación con el viejo nombre, por lo que el cambio vino bien para evitar dudas.

Pueyrredón – no ha cambiado el nombre, aunque hay otra homónima en la Línea D” (avenidas Juan Martín de Pueyrredón y Santa Fe).

Hace aproximadamente 15 años, propuse a Metrovías, en ese entonces, concesionaria del servicio, en nota con copia al Gobierno de la Ciudad, cambiar el nombre, para evitar confusiones, proponiendo como denominación “Juan José Castelli” nuestro héroe en época de la colonia y la Revolución de Mayo, dado que la calle Castelli está a sólo media cuadra. Nunca obtuve respuesta alguna a mi inquietud.

Pasteur – Amia – luego del atentado a la mutual Amia, años más tarde, se adicionó el nombre al que ya tenía, y hay un espacio, dentro de la estación, que recuerda el luctuoso hecho de 1994.

Leandro N. Alem – tampoco cambió su nombre, simplemente queremos indicar que el verdadero nombre del abogado y diputado era Leandro Alén; cuando su padre fue ahorcado por haber sido integrante de la Mazorca rosista, el joven decidió modificar su apellido, cambiando la “n” por la “m” en su apellido y agregando una ”n” como segundo nombre; cosas y hechos de la política argentina!

NUEVE – Colores – En la década del ’70, que es cuando Subterráneos de Buenos Aires, decide  una nueva política comercial y de publicidad, adjudicando un color a cada línea: la “B” recibe el color verde, que era el de los viejos tranvías Lacroze, antecesores en el servicio.

En el año 1994, cuando se concesionó el servicio, la empresa Metrovías cambió las tonalidades, y la Línea “B” pasó a ser roja; inclusive, los nuevos coches, adquiridos al Metro de Tokio, tienen esos colores.

Por lo tanto, cada línea con su color, para facilitar al pasajero la identificación con el servicio y el recorrido.

Hasta aquí, sólo algunas de las rarezas que podemos destacar de nuestros servicios públicos.

Más adelante, volveremos sobre el tema.