Reflexiones de un Nuevo Día
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Por no Preguntar…
Identificar los intereses que en general están presentes pero subyacentes, nos lleva a resolver el dilema
Por no Preguntar…

La solución no se encontraba en partir el objeto en cuestión (división equitativa) sino en identificar los intereses de las protagonistas y entonces así: ganar-ganar. La resolución de conflictos lleva a un camino de comprensión y empatía.

Por no Preguntar…
Voy a relatarles un cuento, este es conocido como, “el dilema de la naranja”

Dos hermanas están en la cocina discutiendo por una naranja.

Ambas “necesitan” la naranja, pero el dilema, hay que elegir una opción, no es tan simple.

Entra en la cocina la madre de las jóvenes, frente a tanto alboroto, ambas le explican que” necesitan la única naranja”.

Ante tal dificultad, la madre toma un cuchillo, corta a la mitad la naranja pensando que de ese modo ponía fin a la discusión.

Las hermanas se miran y ambas enojadas miran a su madre, dejan la mitad de la naranja y salen de la cocina.

La madre no entiende que sucedió.

¿Cuál era el problema?
Ambas querían la naranja (posición)

¿Cuántas naranjas había?
Había solo una naranja (contexto)

¿Para que necesitaban la naranja?
La madre no pregunto (intereses)

Resulta que una de las hermanas quería hacer una torta y necesitaba el jugo de una naranja, mientras que su hermana quería la cascara de una naranja para agregar al arroz con leche (postre).

En esta ocasión como en muchas no nos ocupamos de indagar:

  • Necesidades
  • Sentimientos
  • Emociones
  • Deseos
  • Razones

En definitiva desconocemos los intereses que en general están presentes pero subyacentes.

Hay que descubrirlos.

¿Qué técnicas se recomienda para resolver un conflicto?

Se recomienda:

  • identificar el problema: ¿Cuál es el problema? …
  • buscar soluciones: ¿Qué posibles soluciones? …
  • evaluar soluciones: ¿Qué soluciones son las mejores? …
  • tomar decisiones: ¿Qué solución elegimos? …
  • evaluar decisión: ¿Ha funcionado?

La mamá de las hermanas no aplico la pregunta como una técnica comunicacional y tal vez con un simple:

¿Para que necesitas la naranja?

Podría haber desandado el conflicto, indagando el “para que”
Podría haber intentado no hacer justicia
Podría haber intentado no se “equitativa”

El resultado obtenido por tratar de ser “equitativa” se convirtió en Perder-perder.

La solución no se encontraba en partir el objeto en cuestión (división equitativa) sino en identificar los intereses de las protagonistas y entonces así: ganar-ganar.

Las técnicas comunicacionales, los métodos acordados y pacíficos de resolución de conflictos nos llevan por un camino de comprensión y empatía.

Nos llevan por el camino para educar para la Paz.

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