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Las Pizzerias más Antigüas y las más Concurridas
La cultura gastronómica de la ciudad de Buenos Aires, desde hace más de un siglo, incluye la pizza y a las pizzerías
Las Pizzerias más Antigüas y las más Concurridas

Este alimento, sería originario de Nápoles, aunque algunas historias lo ubican en la remota antigüedad. Llegó a Buenos Aires en las últimas décadas del siglo XIX, pero explotó comercialmente, en las primeras décadas del siglo XX.

Dr. Juan Silvio Aleksander*

Las Pizzerias más Antigüas y las más Concurridas
Nombres y apellidos como Nicola Vaccarezza, Ricardo Ravadero, y por supuesto Agustín Banchero, fueron los iniciadores de esta moda gastronómica.

El barrio de la Boca, y la comunidad genovesa (es decir, los xeneixes) son quienes impusieron la pizza, con sus recetas de cocina, y su precio accesible; rápidamente entraron en el gusto popular.

La avenida Corrientes, fue su segundo lugar de establecimiento: Banchero, Tuñin, Las Cuartetas, Güerrin, Serafín, Rey (estas dos últimas ya desaparecidas), entre otras pizzerías que poblaron el centro comercial de la ciudad, hicieron de la pizza, en sus distintas variantes, se convirtiera en uno de las comidas preferidas de los porteños, primeramente, y luego, de todos los argentinos.

Pero, ¿cuáles fueron las primeras en establecerse?

La más antigüa de la ciudad es la Pin – Pun, en avenida Corrientes 3954, entre Jerónimo Salguero y Medrano, barrio de Almagro, data de 1927; ideal para comer una porción al paso, ambientación como bodegón de barrio, olor envolvente a empanadas fritas, y a muzzarella pizzera¸ tiene su clientela fija y firme, parecido a las hinchadas de futbol.

En 1932 tenemos otras cuatro pizzerías tradicionales: Güerrín, en avenida Corrientes 1368, entre Uruguay y Talcahuano, pleno centro porteño, barrio de San Nicolás, siempre completa de comensales, y al decir de muchos, una de las mejores. Salones amplios, buena atención del personal, ingredientes de alta calidad, hay que concurrir temprano, porque… ¡se llena de gente rápidamente!

En el barrio de Belgrano, se encuentra Burgio (también en el mismo año 1932) en avenida Cabildo 2477, entre Blanco Encalada y Monroe, con horno a leña, el barrio y sus vecinos aman esta pizzería, para comer una porción de parado, al paso, ó sentarse en sus mesas, con una ambientación de antaño, olfatear el olor estimulante del horno a leña, y gustar la calidad de sus especialidades.

También Las Cuartetas, data del mismo año, en avenida Corrientes 838, entre Suipacha y Esmeralda, en el centro de la ciudad, barrio de San Nicolás. Tan famosa es, que Diego Maradona la eligió para ir a comer el día de su casamiento. Ubicada en una zona de teatros, se colma de comensales que degustan sus variedades, manteniendo el espíritu napolitano.

Y por supuesto, Banchero de la Boca, en 1932, avenida Almirante Brown y Suarez, lugar icónico para el creador de la fugazzeta. Los domingos se convertía en lugar de festejo, si Boca Juniors ganaba su partido; tuvo como habitués a Luis Sandrini, Benito Quinquela Martín, Juan de Dios Filiberto, y otras estrellas. Sus paredes muestran fotografías de tiempos pasados, y sus empleados dan la habitual calidez a los visitantes, además de la reconocida exquisitez de sus pizzas.

Un poquito después, en 1934, se estableció El Cuartito, en Talcahuano 937, entre Uruguay y Marcelo Torcuato de Alvear, barrio de Retiro; actualmente, el “boca a boca” hace que sea una de las más requeridas por el público, formándose fila de gente para entrar al comercio. Desde sus paredes nos miran importantes deportistas: Bonavena y Maradona, entre otros, y obras de artistas plásticos nos llenan los ojos; ¿Y la pizza? ¡La muzzarella que desborda, la napolitana, la de espinacas, todas “10 puntos”!

Finalmente – de las pizzerías fundadoras – podemos mencionar a Angelín, sita en avenida Córdoba 5270, entre Uriarte y Godoy Cruz, barrio de Palermo, ambiente sencillo, para el creador de la pizza canchera., que se vendía en forma callejera, con salsa y sin muzzarella. Inaugurado en 1938, también con horno a leña, que nos seduce con sus olores, entre sus clientes famosos, estuvieron ¡Isidoro Blaisten y Robert Duvall, pizza y moscato para ellos!

Estos siete primeros establecimientos gastronómicos, fueron los iniciadores de la moda pizzera; por supuesto, muchos otros comercios de este rubro, se inauguraron en años posteriores, llenando la ciudad, en todos los barrios, de pizzerías conocidas y acreditadas.

¿Y cuáles son las más concurridas?

Podemos mencionar a diez de ellas, cinco están entre las fundadoras.

Son Güerrin, Las Cuartetas, Angelín, Banchero y El Cuartito.

A todas ellas las hemos nombrado y descripto.

Las otras cinco son: La Mezzetta, desde 1939, en avenida Alvarez Thomas 1321, entre avenida Forest y 14 de Julio, en Colegiales, donde se juntan siete esquinas, punto neurálgico del barrio, tránsito y peatones a full; para degustar una porción “de dorapa” ó para llevar a casa, para muchos, la mejor pizza “al molde” con una copa de moscato Trotta, que tiene sus depósitos en la cercanía.

Los Inmortales, desde 1951, en la avenida Corrientes 1369, entre Uruguay y Talcahuano, también en el centro, barrio de San Nicolás, ambiente señorial, en sus paredes se juntan el espíritu napolitano, y el tango porteño, tradición y calidad, en especial, en la pizza a la piedra. Por sus baldosas caminaron Charles Aznavour, Aníbal Troilo, Liza Minelli, entre otros tantos famosos.

El Imperio de la Pizza, desde 1947, en la esquina de las avenidas Corrientes y Federico Lacroze, en el barrio de Chacarita; para desayunar – también – un café con medialunas. El público es de lo más variado: gente que sale de la estación del subte “B”, y de la estación terminal del tren Federico Lacroze, muchas líneas de colectivos tienen sus paradas en esa esquina, y transeúntes de la zona que caminan y aprovechan para degustar su tradicional pizza gordita, ó una porción de espinaca con salsa blanca – ¡inigualable! – Un lugar imperdible de la ciudad.

El Cedrón, en la avenida Juan Bautista Alberdi esquina Murguiondo, barrio de Mataderos; inicialmente, bar de bebidas, en el camino que venía desde la actual avenida Boedo hacia los mataderos, luego se relanzó como pizzería y restaurante de minutas; herencia gaucha, y orgullo de los vecinos; su esquina es conocida como “esquina Breccia” en homenaje al dibujante de tantos personajes de aventuras, incluyendo una versión (en 1969) de “El eternauta”. En las pizzas, se destaca, por el “toque” que evoca la salsa provenzal, y la especialidad: la de roquefort y nueces.

GOURMET PIRILO PIZZERÍA FOTO GUILLERMO RODRIGUEZ ADAMI

Y finalmente, Pirilo, en Defensa 821, en San Telmo, local pequeño, típico de comida callejera; taxistas, caminantes y vecinos que se deleitan pidiendo una porción (fugazzeta o muzzarella con fainá, porciones grandes) y darse el gusto; mostrador de mármol, azulejos, el ambiente que no cambió nunca, fotos y banderines de San Telmo, en fútbol (¿cuál otro podía ser?) en un emblema del barrio.

Destaco que son las más concurridas, aunque puede haber otras, también con mucha aceptación.

Este pequeño detalle no inhibe que otras pizzerías, sean también muy elegidas, por su calidad gastronómica, su ambiente, y la calidez de la atención del personal.

Es decir… ¡hay para todos los gustos!

Y para vos… ¿cuál es la mejor?

*Contador, Perito Judicial y Técnico en Turismo

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