En la década del ´50 del siglo pasado, la Corporación de Transportes de Buenos Aires, entidad estatal, hizo que ómnibuses, tranvías y trolebuses, estuvieran todos pintados de gris, con una cinta azul/celeste en el medio; era difícil individualizar la línea.
Los Colores de los Colectivos
Por la ciudad de Buenos Aires circulan cerca de 140 líneas de colectivos, de los cuales sólo 31 transitan únicamente por la CABA; todos los restantes tienen recorridos largos, hasta el Gran Buenos Aires que configura el AMBA.
Algunos –inclusive- van hasta lugares lejanos: por ejemplo, el icónico “60” que hace Plaza Constitución-Belén de Escobar, el “15”, desde Puente Alsina hasta Benavidez, el “176”, sale de las cercanías de Chacarita a Escobar, y el “88”, de Plaza Miserere, a Lobos, quizás la travesía más larga.
Respecto de las 31 empresas que recorren solamente por Buenos Aires, y tienen un boleto –levemente- diferenciado del resto, debemos aclarar que se debió a que el gobierno nacional, mandato de Alberto Ángel Fernández, transfirió hace casi dos años, la potestad a la Ciudad, por un problema de subsidios en las tarifas.
Haciendo un poco de historia, en la década del ´50 del siglo pasado, la Corporación de Transportes de Buenos Aires, entidad estatal, hizo que ómnibuses, tranvías y trolebuses, estuvieran todos pintados de gris, con una cinta azul/celeste en el medio; era difícil individualizar la línea, pues todos eran parecidos o iguales, sólo se podían distinguir porque cada empresa tenía su “marca” de buses, había los Mack británicos, los Leyland británicos, los Mercedes Benz alemanes, y otros.
Pero los colectivos, que eran de compañías privadas, se destacaban por sus coloridos: el amarillo tradicional del “60”, el colorado del “109”, o el marrón tan particular del “39”.
Y eran más fáciles de ver para los pasajeros: los colores nos decían cuál era nuestro bus.
Eso hizo que nos acostumbráramos a tomar los colectivos, sólo con mirar su policromía.
También hubo movimientos entre las empresas, que motivó que los colores fueran rotando; el “124” pasó de marrón claro (empresa TANSA) a marrón oscuro (empresa Devoto), luego blanco y siguió rojo (empresa Plaza) y actualmente azul claro (Empresa Transportes Callao).
Otro cambio: la actual “188” viró del color amarillo (empresa Caraza) al actual blanco con vivos rojos (empresa Larrazábal); también más líneas, que cambiaron de administraciones, mutaron colores, y a veces, también su numeración.
Ejemplos de esto: la “6” (Nudo – Nuevos Rumbos – Dota, que significa Doscientos Ocho Transporte Automotor) fue absorbida por el “50” y el “5” (empresa Río Grande) ahora forma parte de la “8”.
Otro capítulo de la historia de los colectivos en la ciudad, sería relatar los números que ha quedado vacantes, porque hubo recorridos que se discontinuaron; unos pocos ejemplos, el “3” (color verde claro, absorbida por TARSA, línea “100”) recorrido desde Villa Barceló a Plaza Constitución, el “11” (color amarillo claro) recorrido Liniers al Policlínico de Avellaneda, el “122” (empresa Quirno Costa, dueña de la “103” color rojo suave) recorrido de Villa Lugano hasta Aduana, y el “125” (empresa Tansa, propietaria de la “124” color marrón claro) recorrido Villa Devoto hasta avenidas Córdoba y Eduardo Madero, todos entre la década del ´70 y fines del siglo pasado.
Y con referencia a la numeración de las líneas, recordaremos qué en 1969, la Secretaría de Transportes de la Nación reordenó los dígitos de la siguiente forma: los buses metropolitanos (Buenos Aires y alrededores) del n° 1 al 199, los que sólo viajan por la provincia, del n° 201 al 399, y los que circulan únicamente por los municipios, del n° 500 al 799.
Es decir, quienes viajamos por la ciudad, tuvimos que acostumbrarnos a estos cambios; por ejemplo, el actual “29” era antes el “229”, el “168” de ahora, era sólo “68”, el “53” fue “213” inclusive la empresa se sigue llamando “Línea 213”, y el “90” era “110”, y podríamos seguir bastante más, ¡pero…nos daría dolor de cabeza!
Otro inconveniente que ocurre, es cuando una empresa se hace cargo de otro recorrido, por ejemplo, el ex Expreso Lomas, líneas “112” (actual “119” empresa Microomnibus 45)) y “165” (actual “164” empresa Tomás Guido) cambiaron colores, de un día para otro.
Una anécdota risueña al respecto, les paso a relatar: hace algunos años, la línea “90” (empresa Obispo San Alberto, color azul oscuro con techo blanco) pasó a ser propiedad (por poco tiempo) de la empresa Los Constituyentes, colores verde y amarillo, titular de la “111”; mi madre tomaba el colectivo “90” en avenida Rivadavia y Ayacucho, hasta avenidas Álvarez Thomas y Los Incas, para ir a visitar a su amiga Hilda; una tarde –sin saber del cambio de titularidad- fue a tomar el bus, esperó más de una hora y, claro…el “90” de color azul oscuro no apareció nunca, y se asombró al ver el “111” por la avenida Rivadavia; obvio, volvió a su casa, contrariada por haber dejado “colgada” a su amiga; por la noche, cuando conversamos por teléfono, le dije que justamente un par de días atrás, se había realizado el cambio en la administración del “90”.¡Menuda decepción se llevó por no haberse enterado a tiempo de esta noticia!
Y ahora…el jefe de Gobierno de la Ciudad, señor Jorge Macri, decidió que las 31 líneas que surcan sólo por Buenos Aires, tengan el fileteado porteño como señal distintiva, con los colores azul y blanco en sus laterales.
El fileteado porteño es un arte en la decoración, surgido a fines del siglo XIX, principalmente para ornamentar los carros tirados por caballos; luego, ya en el siglo XX, con el advenimiento del transporte a motor, se hizo extensivo a los colectivos.
El cambio de los colores habituales, por los nuevos, con azul y blanco y el fileteado en los laterales, se hará en forma pausada, cuando se produzca el cambio de las unidades.
Pero ya se pueden ver circulando por Buenos Aires, muchos internos a tono con la última reglamentación.
Ahora, se nos hará difícil individualizar nuestro bus, porque todos tienen los costados de azul y blanco.
Las 31 líneas que son monitoreadas por el Gobierno de la Ciudad, van a conformar una uniformidad de formas y colores, que harán aburrido y monótono visualizarlas.
Habrá que volver a tener en cuenta el cartel del frente, para ver el número, dado que su aspecto no nos ayudará a distinguirlo.
Realmente, creo que vamos a extrañar el arco iris que representaban los colectivos, con carrocerías distintas, y colores diferentes, en sus presentaciones por las calles de la city.
Si bien el fileteado porteño es una muestra del arte argentino, esta medida de normalizar los laterales con el azul y blanco… nos agrega otra dificultad más al ya difícil transporte en la ciudad.
Se suma al caos, los frecuentes cambios en los recorridos: por calles cerradas para hacer arreglos, por manifestantes que cortan el tránsito, por tráfico abarrotado,
¿Será útil este cambio? ¿Hará que los colectivos sean más lindos?
Si el sr Jefe de Gobierno quería marcar diferencias con los colectivos de otras jurisdicciones, podría haber ordenado en forma obligatoria adornar las unidades con el fileteado porteño, pero sin cambiar los colores originales, tan característicos de cada empresa.
¿Y usted…que opina?