Se expresan preocupaciones sobre la «pendiente resbaladiza», advierte que permitir la eutanasia podría llevar a una desvalorización de la vida humana y abrir la puerta a prácticas más amplias de eliminación de vidas consideradas «indignas de ser vividas”.
La Eutanasia en el ser Humano: Perspectiva Psicológica y Ética
La eutanasia es uno de los temas más debatidos en la actualidad, tanto desde el punto de vista psicológico como ético. Esta práctica, implica poner fin a la vida de una persona con una enfermedad terminal o un sufrimiento insoportable a petición propia, suscita preguntas profundas sobre la naturaleza del sufrimiento, la autonomía individual y los límites de la intervención médica.
Desde una perspectiva psicológica, la eutanasia plantea importantes cuestiones sobre la salud mental y el bienestar emocional de quienes la solicitan. La Dra. María Carmen Torrado, psicóloga clínica, sugiere que el sufrimiento psicológico puede ser tan intolerable como el dolor físico y que, en algunos casos, la eutanasia puede representar un acto de autonomía personal.
Un estudio realizado en la Universidad de Lovaina en Bélgica, liderado por el Dr. Wim Distelmans, encontró que los pacientes con enfermedades terminales que solicitaron la eutanasia a menudo lo hicieron tras una profunda reflexión sobre su calidad de vida y la percepción de ser una carga para sus familias. Este estudio subraya la importancia de evaluar no solo el estado físico de los pacientes, sino también su salud mental y sus circunstancias emocionales.
Sin embargo, existen preocupaciones sobre la influencia de trastornos mentales no diagnosticados en la decisión de optar por la eutanasia. El Dr. Josef Kuře, argumenta que la depresión y otros trastornos del estado de ánimo pueden distorsionar la percepción del sufrimiento y la desesperanza, sugiriendo la necesidad de evaluaciones psicológicas exhaustivas para garantizar que las decisiones sobre la eutanasia se tomen con plena conciencia y claridad mental.
Por otra parte, la ética de la eutanasia es un campo de debate intenso. Peter Singer, un influyente filósofo, ha argumentado a favor de la eutanasia basándose en principios de autonomía y reducción del sufrimiento. En su obra «Rethinking Life and Death» de 1995, Singer sostiene que las personas tienen el derecho de decidir sobre su propio cuerpo y vida, especialmente en contextos de sufrimiento irremediable; asimismo, permitir la eutanasia respeta la dignidad y la autonomía del individuo, ofreciendo una salida compasiva para aquellos en situaciones extremas.
Leon Kass, bioético estadounidense, expresa preocupaciones sobre la «pendiente resbaladiza», advierte que permitir la eutanasia podría llevar a una desvalorización de la vida humana y abrir la puerta a prácticas más amplias de eliminación de vidas consideradas «indignas de ser vividas». La aceptación de la eutanasia podría socavar la confianza en el sistema médico y alterar fundamentalmente la percepción del valor intrínseco de la vida humana.
La eutanasia, vista desde perspectivas psicológicas y éticas, revela un panorama complejo y multifacético. Desde el punto de vista psicológico, es esencial garantizar que las decisiones sobre la eutanasia se tomen con una comprensión clara y una evaluación exhaustiva del estado mental del paciente. Éticamente, la práctica de la eutanasia debe equilibrar la autonomía individual y la compasión con la responsabilidad de proteger la vida humana y evitar posibles abusos.
Para terminar, la eutanasia puede considerarse positiva en contextos donde el sufrimiento es insuperable y todas las demás opciones han sido agotadas, siempre que existan controles estrictos y una evaluación integral del paciente. Es probable que, con el avance de la medicina y la evolución de las normas sociales, la eutanasia se convierta en una práctica más aceptada en el futuro y abordada de manera integral.
Desde mi enfoque personal considero que el ser humano merece vivir con dignidad, pero también su muerte debe ser de la misma manera: con dignidad.