Al Pie de la Letra
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Escribir es Sublime y Empoderador
“La manera de enamorar a los lectores es amar el oficio de ser escritor”
Escribir es Sublime y Empoderador

Las experiencias que tengo y que tuve con los lectores son las que más enseñanzas me dejaron. En estos tiempos convulsionados donde la palabra está tan devaluada, rescatarla como valor y sentido común es un acto heroico.

Tuve el honor de participar de la 47° Feria Internacional del libro de Buenos Aires, Argentina durante los días 27 de abril al 15 de mayo. Esta feria es la más concurrida en el mundo de habla hispana y fue organizada por la Fundación “El Libro” y  realizada en las instalaciones de la Rural. 

Exponer como producto un libro no es sólo para vender sino también para mostrar una historia, una realidad, un propósito. Hay mucha competencia entre tantos escritores y editoriales que tal trabajo parece imposible.

Cada día que me tocó exponer tuve que hacerme la idea de que debía adecuarme al contexto. De alguna manera parecía como una cita a ciegas, con ese lector que no conocía, pero tenía que seducirlo con mis poesías y sobre todo con el tipo de literatura y arte.

Considero que leer es tan importante como la motivación al hacerlo, por eso siempre hago una analogía de que somos lo que leemos, al igual de somos lo que comemos. Cuando uno lee un libro, una poesía, un dato o algunas frases, uno consume algo y eso repercute en la mente, en el estado de ánimo. Es un tipo de alimentación espiritual o mental, que nos puede dejar con sabor amargo o dulce, nos puede nutrir o dejar intoxicado. El tipo de literatura que realizo lo denominé saludable por la simple razón de que busca todo lo que dije anteriormente. Dejar al lector extasiado de vida, de amor por sí mismo, por otros, motivado, animado, con ganas de hacer algo por él. Y es saludable precisamente por esto.

Con el transcurso del tiempo y  parafraseando a Antonio Machado puedo afirmar que fui haciendo camino al andar. Conversaciones, encuentros, talleres con distintos tipos de personas que luego se transformaron en lectores de mis libros fueron el común denominador para aprender, comunicar y tomar decisiones.

Todo esto pude experimentar en la Feria del libro donde me encontré armando diversas estrategias para captar lectores nuevos. Y ahí me di cuenta de cuán importante es amar la profesión. No es para nada fácil en estos tiempos ser escritor, porque todo el tiempo con la escritura denunciamos lo que nos parece injusto aunque lo adornemos con bonitos versos y buenas metáforas. Sobre todo cuando además de escribir hay que tener otros trabajos para subsistir.

Los tiempos y contextos pueden cambiar, las crisis pueden pasar, nunca la escritura. Siento que cuando escribo una poesía entrego una dosis de felicidad para alguien que la necesite, una porción de esperanza para el deprimido, una pequeña vitamina para el que este anémico de propósitos. Es como cuando uno escucha una canción  y su melodía y letra nos devuelve vida, placer y estética.

Escribir es el acto más sublime y empoderador no sólo para el que escribe sino para el que lee. Aunque el simple acto de escribir se haga en total soledad y de manera única cuando se socializa el contenido deja de ser solitario porque cada lector lo interpreta a su manera, de acuerdo a su punto de vista y su vida y lo retransmite. Que poderosa es la palabra y que tan poco le damos valor, que poderosos somos los escritores y a veces no nos damos cuenta. El entorno y el medio nos hace olvidar de esto, por eso al exponer el producto- libro minimizamos el valor. No se trata de vender un libro, estás vendiendo el tiempo, la energía, las ganas, tu mente puesto en ello, tus ideas, tu comunicación, tú propia y legítima creación. La experiencia que viví en esta Feria me hizo dar cuenta  que somos muy necesarios, que los lectores andan buscando dejarse seducir por buenos escritores y buenos libros. No es cuestión de escribir, publicar sino además aprender a seducir y conquistar a los lectores. Y eso se da fácilmente cuando amamos la profesión y el oficio de ser escritor.

Por Licenciada Mabel Padilla, Escritora

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