Textos a la carta
Fecha de Publicación:
¡Bárbaros, las Ideas no se Matan!
One tue point les idées¨ - no se matan de ningún modo las ideas
¡Bárbaros, las Ideas no se Matan!

Señor Director:

Ruégole que me permita establecer contacto epistolar, por intermedio de Tribuna de Lectores, con la señora de Briano para hacerle llegar algunas reflexiones a propósito de su carta intitulada “Por una mañana distinto”, que Tiempo le publicara el 11 de mayo.

Señora: no es mi propósito polemizar objetando el contenido de su nota, cuya esencia ha de ser compartida por muchos de los habitantes del país entre los que me sumo. En realidad, la razón de la presente es porque sospecho que usted también, como muchos de nosotros, ha sido víctima inocente de aquellos maestros y profesores que no cumplieron fielmente su misión de educadores llenando las mentes de sus educandos con cuentos y fábulas que nos obligan a aprender como historia verdadera de Argentina. No me juzgue como un recalcitrante revisionista histórico- que no es causa de deshonor- sino que me tolere como un ciudadano indignado por haber sido, en su momento, receptor de hechos históricos sucedidos en el pequeño recinto cerebral del relator.

Sobre algunos hechos con ribetes de fantasía es posible que se pueda polemizar, puesto que se carece de pruebas a favor o en contra. Pero en el caso de la famosa frase atribuida a Sarmiento: “¡Barbaros, las ideas no se matan!”, no deja de ser una de las tantas que jamás pronunciaron ni escribieron tantos próceres que deambulan por los caminos de nuestra historia.

Según la confesión del propio Sarmiento no hubo tal frase, y la que reconocer haber escrito pertenece a un catedrático francés llamado Fourtoul. Dice Sarmiento, al comienzo de su “Facundo”: “A fines del año 40, salía yo de mi patria ¨desterrado por lastima¨, estropeado, lleno de cardenales… Al pasar por los baños de Zonda, bajo las armas que en días más alegres había pintado en una sala, escribí con carbón estas palabras: ¨One tue point les idées¨ (no se matan de ningún modo las ideas). El gobierno, a quien se le comunicó el hecho, mandó una comisión encargada de descifrar el jeroglífico…”

Como se ve, Sarmiento jamás usó alguna ladera de los majestuosos Andes, ni usó blancas piedras para escribir su frase de protesta. Un humilde trozo de carbón, tal vez recogido del rescoldo de un fuego campero, fue su ardiente pluma.

Es posible, también, que tal frase haya sido una posterior manifestación de deseo de haberla estampado, ya que su condición de desterrado hace suponer que estuvo sujeto a vigilancia hasta traspasar las fronteras con Chile, sin la suficiente libertad como para darse el lujo de hacer periodismo mural.

En cuanto el epíteto de “bárbaros”, estimo como más apropiado aplicárselo a los traductores de la frase, y a los exegetas de Sarmiento, por su falta de hombría para desmentir tamaño dislate.

Respetuosamente.
Federico Bühler – LE: 02.298.043 – Martínez- Bs. As.
Correo de Lectores – Tiempo Argentino – 19-05-84

Otra Interpretación de la Traducción
Frase que expresa la supremacía de la razón sobre la fuerza bruta.

Para llegar a la forma con que también suele usarse, “¡Bárbaros, las ideas no se matan!”, hay que recorrer un largo camino que desemboca en el Facundo de Sarmiento (1845), donde se la menciona en letras destacadas. En el prefacio de esa obra Sarmiento relata que a fines de 1840, al dejar el país para exiliarse en Chile, fue golpeado por los mazorqueros. Cuando llegó a la quebrada de El Zonda escribió con carbonilla en la pared de un salón de las termas: “On en tue pas les ideas”. Lo hizo en francés por ser ese el origen de la frase y para intrigar a las autoridades, como efectivamente ocurrió.

La frase original, que sufrió diversos cambios, pertenece al filósofo Denis Diderot (1713-1784) quien dijo en realidad: “Las ideas no se fusilan”. Años antes el propio Sarmiento había acriollado la versión cuando escribió en el diario: “No se fusilan ni degüellan las ideas”. El agregado de barbaros es posterior.

Caras- 10-10-96 – Etimología – Historia de las Frases, “Las Ideas no se Matan”

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