Las teorías conspirativas existieron desde siempre, pero con el auge de Internet éstas parecen haberse multiplicado exponencialmente al encontrar un medio ideal para la reproducción, viral podríamos decir, entre los teóricos y las supuestas pruebas a sus creencias. Cada movimiento de los gobiernos está bajo el escrutinio de este grupo, cada fotografía borrosa de algo supuestamente “paranormal” es evidencia irrefutable para quienes creen. Para ellos, los grupos reducidos de gente poderosa que dominan el mundo siempre están dando pasos para llevar a cabo sus infaustos planes.

Todos conocemos alguna de estas teorías. “El hombre nunca llegó a la luna, Stanley Kubrick dirigió la puesta en escena televisiva”; “Disney oculta mensajes de tono sexual elevado en sus posters y películas animadas clásicas”; “Paul McCartney murió en pleno éxito de The Beatles, fue reemplazado por un doble y los otros tres llenaron de pistas sus canciones y portadas”; “nuestro planeta es plano y la NASA hace lo imposible para ocultarlo (pese a que todos los demás cuerpos celestes no son chatos…)”; o cientos de canciones de música popular que, si se reproducen al revés, contendrían mensajes satánicos. Las muertes de figuras políticas importantes o artistas también entran dentro de los planes de estas sociedades secretas que quieren establecer un nuevo orden mundial.

Con el surgimiento del COVID-19 los fanáticos de estas teorías estallaron en un frenesí de escritos, videos en YouTube, posteos en cuanta red social exista, reclamando respuestas de las autoridades sobre el supuesto origen en un laboratorio chino, o el plan —digno de la ciencia ficción más pulp— deBill Gatespara insertar chips en nuestro organismo mediante vacunas a fin de mantenernos controlados, como si eso no sucediera ahora gracias al inédito acceso a nuestra vida privada que tienen las empresas mediante las redes, servicios de e-mail y los navegadores que usamos en nuestra vida cotidiana.

En el 2013 el guionista británico Dennis Kelly creó una serie, que duró dos temporadas, llamada Utopía.

Los doce episodios se convirtieron en un fenómeno de culto y, por supuesto, tuvo su adaptación para el mercado estadounidense, que constó de una sola tanda de ocho episodios.

La historia detrás de la “mala suerte” que tuvo esta remake es ya, de por sí, interesante. Utopía fue adaptada para Estados Unidos por Gillian Flynn, quien tomó la posta del proyecto en el 2018 después que el cineasta David Fincher se bajara, y comenzó las filmaciones que duraron casi medio año de rodaje. La post-producción y la agenda de Amazon llevaron la fecha de estreno para el tercer trimestre del 2020, cuando nadie sabía que en China un nuevo virus iba a empezar a expandirse a lo largo y ancho del mundo. Para cuando Utopía llegó a las pantallas, la mayoría de los países aún no disponían de una vacuna, la gente moría de a miles por día, el mundo estaba “cerrado”, y reinaba la incertidumbre.

Un mal momento para estrenar una serie sobre teorías conspirativas sobre el inicio de una pandemia en Estados Unidos, que involucra un virus gripal, gobiernos corruptos, farmacéuticas perversas y vacunas falsas.

Utopía narra las aventuras de Sam, Becky, Wilson, Ian y Grant, un grupo de amigos que no se conocen en persona hasta que aparece en subasta los originales de una historieta underground llamada Utopía, que es la continuación de Distopía. Esta obra, hecha por un artista desconocido, presenta una narrativa que combina dibujos crípticos que, aparentemente, adelantan todas las epidemias y pandemias modernas. Las páginas parecen esconder claves para prevenir la próxima enfermedad que terminará por diezmar a la humanidad, pero los secretos se encuentran en la continuación, que nadie creía que aparecería. Los cinco jóvenes han estudiado a fondo la iconografía de la historieta, creen que hay alguien detrás enviando mensajes a quienes sepan descifrarlos, y deciden reunirse en una convención para adquirir la secuela, apostando a que juntando el dinero entre todos podrán ganar la puja.

Lo que no saben es que no sólo los fanáticos de la historia que cuenta las aventuras de Jessica Hyde, la enigmática heroína de la historieta, irán tras el cómic inédito. Una pareja de asesinos, parte de un complot mucho más grande, comenzarán a perseguirlos con el fin de eliminar a aquellos que hayan puesto sus ojos en tan solo una de las viñetas. No saben que Jessica es real, que los dibujos son mucho más que metáforas, y que Mr. Rabbit, el enemigo a vencer, dista mucho de ser un monstruo antropomórfico.

Mientras tanto una nueva epidemia, causada por una gripe mortal que afecta principalmente a niños en edad escolar, se expande a gran velocidad de estado a estado. El doctor Michael Stearns reconoce el patrón de un virus peruano que él descubrió, cree tener la vacuna e intentará, por todos los medios, acercarse a la empresa del filántropo y científico Kevin Christie para poder estudiar la enfermedad y probar que su droga.

Los jóvenes deberán hacerse con la historieta, mientras los persigue la Cosecha, una especie de sociedad secreta, repleta de asesinos entrenados a la perfección que se pueden camuflar entre la gente común y corriente, junto a recursos insospechados para orquestar una conspiración a escala nacional con aspiraciones a expandirse en el resto del globo.

La serie está protagonizada por Jessica Rothe (Sam), Ashleigh LaThrop (Becky), Desmin Borges (Wilson), Dan Byrd (Ian) y Javon Walton (Grant). Sasha Lane le da vida a Jessica Hyde y John Cusack (en su primer rol televisivo) es el científico Kevin Christie. Utopía tiene varios personajes recurrentes entre los que podemos destacar a Christopher Denham como el temible/adorable Arby, Rainn Wilson como el atribulado doctor Sterns y Hadley o Robinson como las gemelas Charlotte y Lilly.

Utopía, cuya versión original británica cosechó elogios de todo tipo en el 2013, no tuvo la misma aceptación por parte del público en el 2020. Le criticaron la violencia extrema —una apreciación que no carece de verdad, ya que la serie no duda en mostrar heridas y asesinatos con crudeza, pero sin llegar a los niveles de la versión inglesa—, la falta de “tacto” para estrenar una serie sobre un virus asesino y conspiraciones de las altas esferas de poder involucrando vacunas en medio de la crisis sanitaria más grave en lo que va del siglo XXI… pero la realidad es que jamás sabremos cual fue el motivo detrás de la cancelación.

Podemos enarbolar las teorías conspirativas que queramos, algo que esconde una dulce ironía tratándose de una serie sobre teorías conspirativas, pero la verdad puede que sea mucho más simple: el show no tuvo grandes índices de audiencia, tuvo una pobre recepción en sitios de crítica especializados (tal vez influenciados por la angustia provocada por la pandemia real) y, aparte, los costos de los capítulos eran demasiado altos, la apuesta no valía la pena. Amazon jamás dio un comunicado oficial sobre la cancelación, como si quisieran que la conversación entre los fanáticos emulara, un poco, la conversación del grupo de amigos en torno al propio cómic Utopía.

Aquellos que quieran saber cómo continúa la historia después de la primera temporada pueden ver la segunda temporada de la serie británica, o ver directamente la original. Sin embargo, para quien escribe, el elenco de la versión estadounidense es soberbio, cada capítulo tiene pasajes de alto vuelo dramático y acción muy bien ejecutada. John Cusack demuestra porqué es uno de los mejores actores de su generación, que suele volar bajo el radar de muchos, de forma injusta. El arte del cómic ficticio en la versión estadounidense, a cargo del ilustrador brasilero João Ruas, es impactante y perturbador como algunas de las Pinturas Negras de Francisco Goya mezclado con el arte collage del ilustrador Dave McKean. Hay muchos puntos positivos en estos ocho episodios, la historia de alguna forma cierra, pese a todos los argumentos abiertos para la inexistente segunda tanda de capítulos.

A los que quieran la experiencia completa pueden “combinar las dosis”, o sumergirse de lleno en ambas versiones. Es un viaje cargado de acción, conspiración, drama y un grupo de nerds de las historietas dispuestos a todo para salvar el mundo.

Tanto la serie original como la nueva versión de Utopía se encuentran disponibles en Amazon Prime.

Esta nota va dedicada a Sowie, Aku, Mauro, Fede y Nico.