Cuando por la mañana la voz del locutor de la radio se esparcía por cada rincón de la casa y llegaba a los integrantes de la familia que se aprestaban a comenzar su respectivas actividades, solía dejar en su parloteo alguna frase que, el receptor sin darse cuenta, repetía en su mente en algún momento del día y en otros empleaba en una conversación para dar más énfasis a lo que se quería decir: “te estoy diciendo la pura verdad”, “no hay que darle tantas vueltas al pan pan y al vino…toro.” “se cree poderoso el chiquitín”.
Eran slogans que se ponían de moda y llegaban a integrarse de una forma simple al lenguaje, transformando a la gente en mensajeros de un no tan inocente estudio de mercado lo que después se popularizaría como marketing, mediante frases que en algunos casos estaban tan unidas al locutor que llegaban a constituirse en una especie de simbiosis.
Desde los comienzos de la radiofonía argentina el manejo de la publicidad fue modificándose buscando un lenguaje que fuera eficiente, el concepto de la propaganda verborrágica que se usaba en sus inicios, terminó en el año 1929 cuando se puso un tope a la cantidad de palabras que se empleaban en los avisos el cual se fijó en 100, decisión que acompañaba una incipiente forma publicitaria conocida como los famosos “jingles”.
La incorporación de productos fue paulatina, al principio el mensaje tenía como finalidad incentivar el consumo de la radio como aparato, luego se incorporaron las diferentes marcas de automóviles, después se diversificó en diferentes productos y finalmente se pusieron de moda los programas que incluían en el título el nombre del producto: “El Glostora Tango Club”, “Teatro Palmolive en el Aire” etc.
En esta evolución publicitaria, la influencia de Rodolfo Sciamarella en el año 1928 fue fundamental, sus famosos jingles incorporaban la música al mensaje, que luego se impuso en la publicidad de muchas marcas, para las que se llegaron a utilizar las más variadas formas musicales que incluían hasta el mambo y el pasodoble.
Al aparecer la televisión los jingles mantuvieron su presencia durante muchos años, pero compartiendo su eficacia con la imagen, y esta con el tiempo fue tomando cada vez más protagonismo hasta hacer que aquellos simples y directos versos con rima se fueran convirtiendo en algo tan inocente como nuestra infancia.
Los Slogan y los Jingles de las Propagandas y Publicidades
“Venga del aire o del sol, de vino o de la cerveza, cualquier dolor de cabeza, se corta con Geniol”
“La pura verdad”.- (Cigarrillos Jockey Club)
“Cada día una copita, estimula y sienta bien” (Ginebra Bols)
“Las cosas claras y el chocolate Águila”
“Siempre aguanta un matecito más” (Yerba Nobleza Gaucha)
“Al pan pan, y al vino Toro”
“Casa Lamota, donde vite Carlota”
“Dígale si a Terrabusi”
“Si de los pies anda mal, frótese con Utisal”
“Untisal al pecho… y remedio hecho”
“Nada de tonterías, Falcon, el automóvil más vendido de todos los que se fabrican en el país”- (Ford)
“Uvita…Uvita…ta…ta…ta…ta” (Vino Uvita)
“La pausa son cinco minutos y la Virginia es el té”
“Tenga fe en Federal” (Jabón Federal)
“Poderoso el chiquitín” (Kohinoor)
“Hitachi, que bien se te ve”
“Era para untar…era para untar…” (Dánica Dorada)
“La Gotita pega, pega, nada, nada la despega”
“El sabor del encuentro” (Cervecería Quilmes)
“Me lo tome Toddy”
“Marolio—Mmm que oleo”
“Lord Cheseline, automáticamente masculino”
“Si gusta tanto es Casanto”
“Colorín, los colores que quiero”
“Everedy, una pila de vida”
“Acomodale el brazo y bajale la tapa” (Wincofon)
“Entre pecho y espalda, pastillas Valda”
“Porque lo que importa…es la cerveza” (Schneider)
“Jorgito el nombre del alfajor”
“No no me callo quiero aceite Gallo”
“Los niños van de paseo y a la escuela con los zoquetes y las medias… Ciudadela”
“Si se mueve…flan flan…es Ravanna el más roco flan”
“Mejor, mejora, mejoral”
“Si su piloto no es Aguamar, no es impermeable, le puedo asegurar”
“Si quiera que ella lo quiera, aféitese con Legión Extranjera”
“Chiquititas pero cumplidoras” (Píldoras Ross)
“Grimoldi…la casa del medio punto”
“Que lindos son tus dientes, le dijo la Luna al Sol y el Sol contestó sonriente…me los limpio con Odol”
“Medias Cristal ni se ven, si se corren”
“No se planchan jamás” (Camisas Lavilisto)
“Juan Perico y Andrés, están felices los tres, calzados con Llavetex”
“Usted camina y camina y al final compra en Sadima”
“Haga cola con frescola la bebida popular”
“¿Para qué le habrán puesto caballos?” (Legui)
“Con los deditos no…con Barrocutina”
“Peines pantera, peinan la vida entera”
“Por la vida contento voy, saboreando un rico Mantecol”
“Sastrerías Braudo, la casa de los dos pantalones”
“Soy un león vendiendo Durax”
“Aceite bueno y barato Forest 4,4,4”
“Casa Muñoz, donde un peso vale dos”
“En Europa no se consigue” (Grundig)
“Qué clase de pescado sos, que La Campagnola no te envasa”
“Sastrerías Vega usted lo ve, lo prueba y se lo lleva”
“Una pompa de jabón, que suaviza las manos al lavar” (Guereño)
“Mondialmente famoso” (Mondia)
“El jabón de las estrellas” (Lux)
“No te abandona” (Rexona )
“Huele como tu abuelo” (Old Spice)
“Refréscate con 7Up”
“Gillette es verse bien”
PBT – 17-10-52
El Grafico – 1928
Quedan una parva para la buena memoria, el recuerdo y los que la actualidad impone, para quienes quieran hacer el ejercicio de estimular sus hábitos y costumbres de consumo.
Fuentes: La Prensa – 18-10-06 – Acariciando Almas – 09-10-13
“Corría el año 1994, pleno auge de la convertibilidad ,el ministro de economía, Domingo Cavallo, mandaba a lavar los platos a Susana Torrado, demógrafa e investigadora del CEUR, por sus críticas a una estadística oficial -la tasa de desocupación...
En México, según sea la región en donde nos encontremos, tendremos distintas recetas de ceviches, variando su preparación, pero no su exquisitez… Esta preparación cruda de pescados y mariscos, es muy recomendada por los nutriólogos.
Es el canto solitario, la más genuina y auténtica voz del paisaje, el grito puro del hombre del monte, del puestero que por las serranías de Salta canta inmerso en sus desolaciones, entre el monte agazapado, imprevisible, traicionero, feroz.
La pandemia también transformó a la escritura y lectura literaria como una actividad para ser compartida solitariamente, a partir de vernos obligados a tener que encontrar una voz literaria auténtica y propia, como también sincera.
Si bien no rondaba el sereno, en cada barrio había para “paradas” policiales y en cada cuadra resonaba el llamado del afilador así como el mugido de las vacas de algún tambo próximo o de las que pasaban para ser ordeñadas al instante.