(Nota del Autor: contiene spoilers sobre la serie)

El universo de La Guerra de las Galaxias es, cuanto menos, complejo. Y no hablo de la inabarcable cantidad de narrativas disponibles para explorar, que se expande por todos los medios de comunicación habidos y por haber. Es abrumadora la cantidad de material por descubrir.

Star Wars es una franquicia enorme, compuesta primordialmente de los nueve largometrajes que conforman el tronco argumental —titulada La Saga Skywalker en honor a Darth Vader y sus hijos Luke y Leia—, sino que a esto se le suman dos films anexos que narran sucesos previos a la continuidad principal, Solo, sobre el origen de Han Solo; y Rogue One, donde se narra cómo los rebeldes roban los planos de la Estrella de la Muerte justo antes del Episodio IV: Una Nueva Esperanza.

En televisión ha habido numerosos programas de animación que exploraron historias secundarias y personajes menos conocidos para la audiencia. Aquí la empresa LucasFilm no tuvo miedo a incursionar en diferentes tipos de estilos para narrar las historias, ampliando la mitología del universo creado por George Lucas allá por 1977.

Existen infinidad de historietas y novelas ambientadas en los múltiples mundos galácticos de la franquicia. La inmensa mayoría dejaron de pertenecer a la “historia oficial” hace unos años, cuando Disney adquirió los derechos de Star Wars, lo que provocó que todo el material escrito y dibujado antes de la compra se agruparan bajo el título Leyendas. Esto significa que cualquier argumento o personaje perteneciente a toda esta era no se considera parte de la cosmovisión sino que son relatos que podrían contarse los personajes entre ellos, como cualquier leyenda autóctona en cualquier país. Este cambio no implica que eventualmente alguna de las creaciones terminen “cobrando vida” dentro de la nueva “realidad”, si las historias lo requieren o los fans lo demandan lo suficiente.

Los videojuegos existen casi desde la época de estreno del primer film, se han publicado en casi todas las plataformas hogareñas existentes, y son una fuente de ingresos permanente. A eso le tenemos que sumar la industria que gira en torno a las figuras de acción —los muñequitos— y las figuras premium —estatuas y muñecos de calidad/precio superior— que constituyen, básicamente, una imprenta de billetes funcionando las veinticuatro horas los trescientos sesenta y cinco días del año.

Star Wars es una franquicia que vale más de setenta billones de dólares.

Uno pensaría que con tanto éxito trasversal a cuanta plataforma existía una serie de televisión live action, o sea, con actores, habría sido producida y estrenada décadas atrás. Si bien es cierto que se produjeron dos infames especiales festivos para televisión, que pese a ser canónicos no destacan por su calidad sino que apelan al factor lisérgico que exudan, los planes para llevar a cabo alguna serie para la pequeña pantalla nacieron y murieron dentro de los estudios sin llegar a ver la luz.

La “maldición” que parecía pesar sobre este formato inexplorado se acabó en el 2020, cuando la plataforma de streaming Disney+ estrenó los ocho episodios que componen la primera temporada de The Mandalorian, marcando un hito en el universo Star Wars y rompiendo todo tipo de récords en visualizaciones.

Jon Favreau, uno de los responsables de iniciar el Universo Cinematográfico de Marvel allá por el 2008 con Iron Man, fue el encargado de crear The Mandalorian para Disney, y eligió concentrarse en una historia paralela a los eventos principales que se relatan en las películas, tomando como marco temporal de referencia El Regreso del Jedi, ubicándose cinco años después de esta cinta. Aquí nos encontramos con el cazarrecompensas Din Dijarin, conocido popularmente como Mando, un hombre solitario que va de planeta en planeta cumpliendo misiones por encargo, juntando dinero en el proceso e intentando mantenerse fuera de todo tipo de problemas con las autoridades. Todo eso cambia cuando acepta una oferta de trabajo especial, recuperar a un bebé que quieren algunas personas pertenecientes al antiguo Imperio, pero cuando por fin da con el paradero de su objetivo, le toma cariño y decide quedárselo, prometiéndose devolverlo con los de su raza.

El bebé en cuestión se llama Grogu, pero todo el mundo lo conoce como Baby Yoda, ya que es de la misma especie ficticia que el reconocido personaje. El “niño” tiene unos cincuenta años de edad—envejece más lento que otras criaturas— y de a poco va manifestando poderes relacionados con la fuerza, que suelen poseer los jedis (caballeros a la orden de la República) y sus contrapartes malvadas, los sith. El dúo desparejo irá viajando a lo largo y ancho de la galaxia, convirtiendo al otrora cazarrecompensas en un héroe muy a su pesar.

La premisa de la serie, si bien simple, es atractiva y sumamente entretenida. Los episodios son breves (ninguno supera la marca de los cincuenta minutos) y dosifican bien la información que le lanzan a los espectadores, que deben ir atando cabos no sólo con el argumento principal de la serie sino con las relaciones al canon oficial de la saga.

Al igual que los films originales, The Mandalorian es un producto revolucionario desde lo tecnológico. Para esta serie crearon estudios virtuales, compuestos de pantallas de alta definición que permiten generar escenarios fantásticos en donde el actor puede ver donde está parado, y que las cámaras pueden captar en tiempo real reduciendo los tiempos de post-producción en efectos visuales, y brindando una calidad de imagen similar a la de un largometraje con un presupuesto mucho más reducido. Este tipo de tecnología, implementado por primera vez a gran escala en esta obra, es un salto evolutivo en la forma que se producen series de televisión, y dio inicio a una nueva era de historias ubicadas en mundos fantásticos, al igual que lo hizo Star Wars a fines de los ´70, cuando le mostró al mundo efectos especiales nunca antes vistos, que le permitieron a George Lucas plasmar su particular visión de una galaxia repleta de naves espaciales luchando en el vacío del espacio, criaturas extraterrestres pintorescas y, sobre todo, personajes memorables que interactuaban en ese entorno fabuloso.

The Mandalorian tuvo tanto éxito que casi de inmediato se produjo una segunda temporada, en donde se continuó narrando los esfuerzos de Mando para devolver al pequeño Baby Yoda a los Jedi (que en la línea temporal aún no resurgieron y son figuras legendarias) y sentó las bases para una serie satélite, que se estrenará a fines de diciembre. Durante esta temporada los directores y guionistas trajeron de vuelta a un personaje favorito de los fanáticos: Boba Fett, otro cazarrecompensas proveniente de la trilogía original (pese a que su debut oficial fue en uno de los especiales televisivos, en forma de dibujo animado) que pese a su corta presencia en pantalla fue construyendo una base de fans enorme a lo largo de las décadas gracias a libros, historietas y todo tipo de merchandising.

El Libro de Boba Fett estrenó un trailer la semana pasada, y promete contar la historia de cómo el mandaloriano caído en desgracia después de haber sido dado por muerto en El Regreso del Jedi regresa al planeta desértico Tattoine para tomar control del bajo mundo tras la muerte del anterior rey de la mafia, el horrible monstruo Jabba the Hutt. Este proyecto es la consumación de numerosos intentos de llevar adelante un largometraje centrado en este personaje, y por fin tomará el rol protagónico a partir del 29 de diciembre. Contará con la dirección de Jon Favreu, Robert Rodriguez, Dave Filoni y Bryce Dallas Howard, que repiten tras haber dejado su impronta artística en The Mandalorian

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Los amantes de Star Wars están viviendo una era dorada. A estos dos shows se le han sumado más series “con actores” en diversos estadios de producción. Obi-Wan Kenobi es, probablemente, la más esperada de todas, que contará con el regreso de Ewan McGregor como el personaje principal que da título a la serie, y contará qué fue de la vida del Caballero Jedi en el exilio tras el surgimiento del Imperio. Otro de los personajes favoritos, Ahsoka Tano, contará con su propio show y su historia se entrelazará con los eventos de The Mandalorian y El Libro de Boba Fett. Los productores prometen que las tres series terminarán fusionándose en un evento colosal. Andor es la cuarta propiedad intelectual que se lanzará en los próximos años, y contará las aventuras de Cassian Andor (a quien vimos en Rogue One) durante los inicios de la Rebelión contra el Imperio.

Esto no es todo, en absoluto. Los directivos de Disney anunciaron The Acolyte, que comenzará a filmarse en febrero del 2022 y se concentrará más en la acción, artes marciales y en explorar sectores recónditos de la galaxia que aún no se vieron dentro del canon oficial. Se le suma Lando, otro personaje popular de la franquicia, Lando Calrissian, cuya serie aún no tiene fecha de rodaje sino que está en proceso de pre-producción.

Las series live action de Star Wars llegaron para quedarse, y es un formato que le sienta bárbaro a la franquicia. Una de las inspiraciones originales de George Lucas fueron los seriales de ciencia ficción que disfrutaba de pequeño en el cine, y estas series se sienten como una vuelta a los orígenes de alguna forma. La narrativa episódica permite desarrollar con más profundidad a los personajes, sin tener la restricción de poco más de dos horas de metraje y años de espera entre un largometraje y otro. Disney+ tomó la decisión de lanzar los episodios de los shows de forma semanal, lo que hace que aquellos que sigan las producciones en sus respectivos estrenos no se vean abrumados con muchas horas de material para digerir de golpe.

A esto se le suma que la calidad de las historias es, hasta el momento, bastante impecable. The Mandalorian supo construir arcos argumentales interesantes, conducidos por personajes entrañables que no se ven opacados por el festival de efectos especiales y visuales expuestos capítulo a capítulo.

El futuro de la franquicia luce saludable, abundante y repleto de fuerzas creativas que prometen llevar las historias situadas hace mucho tiempo, en una galaxia lejana a lugares inesperados, mágicos y repletos de escenas imborrables.

Las dos temporadas de The Mandalorian se encuentran disponibles en Diseny+.