La pandemia ha cambiado la vida de todos, pero en forma especial la vida de las personas con discapacidad, cambios en sus rutinas, familiares que no pueden ver, salidas que dejaron la habitualidad que tenían, terapias que se realizan por zoom cuando en realidad tienen una necesidad imperiosa de que las mismas sean en forma presencial, dificultades para socializar con amigos y compañeros, no saber cómo ocupar su tiempo que antes estaba tan completo de actividades.
Todo esto puede provocar distintas respuestas, sentir mayor ansiedad y estrés, teniendo cambios de humor, momentos de dificultades conductuales, pudiendo irritarse fácilmente, o aislarse sin querer tener relación con nadie. Pero también en algunos casos puede hacerlos sentir cómodos en esta realidad de soledad, siempre que la interacción social sea justamente una gran dificultad en su vida.
Como ayudar a la persona con discapacidad y su familia para que continúe en estos tiempos en que la pandemia ha vuelto a recrudecer.
Explicar a la persona con discapacidad de forma clara y sencilla lo que está sucediendo, en algunos casos podemos valernos de imágenes para su mayor comprensión, tener presente no alarmar a la persona. No dar más información que la necesaria, haciendo hincapié en que podemos prevenir el contagio teniendo cuidados y que si nos enfermamos podemos curarnos.
Explicarle que hasta que todos estemos vacunados, no siempre podremos asistir al colegio, terapias, actividades, pero que si podemos continuar participando haciendo uso de la computadora o los celulares para conectarnos.
Que tendremos por ahora que suspender visitas a familiares, encontrarnos con amigos, viajes, paseos especiales.
Siempre darle la posibilidad de conversar sobre el tema, dando la información que solicite sin alarmar pero si contando la realidad
Agudizar el ingenio para conectarnos con aquellas personas que son muy significativas para la persona con discapacidad, podemos proponer que haga un juego con su abuelo por la computadora, ejemplo jugamos al ta-te-ti., leer cuentos, cantar canciones, etc. Igual hacer llamadas a amigos.
Encontrar formas de canalizar sus emociones, charlar, dibujar, cantar, hacer manualidades, escribir, si es pequeño hacer uso del juego simbólico.
Buscar actividades que le ayuden a relajarse en momentos de ansiedad, como la música, ver videos, hacer ejercicio, yoga, o simplemente llenar la bañera y hacer juegos en el agua.
Siempre es importante plantear una rutina para el día a día, escribirla o dibujarla para poder ir viéndola cada vez que lo desee, podemos pegarla en algún lugar visible de la casa, en esta rutina además de poner las actividades habituales, levantarse, cambiarse, comer, bañarse, irse a dormir, poner nuevas rutinas, incorporar tareas domésticas, horario para hacer la tarea, tiempo de descanso, tiempo de ejercicio. Dar posibilidad de elección dentro de la rutina, y seguirla luego lo más posible ya que esto le ayudará a disminuir la ansiedad pudiendo así estar más tranquilo y de mejor ánimo.
Mostrar y hablar con la persona que esta rutina puede tener cambios para que sea más flexible a la hora de suceder cambios, tenemos que prepararlos para los imprevistos, tal vez hoy puede ir al colegio pero mañana ya no, se entera al llegar al colegio que su maestra no irá, que esa actividad que espero por varios días finalmente no se puede realizar.
Dar participación en todo lo que se pueda a la persona con discapacidad, a veces por qué tiene dificultades para comunicarse o comprender, no lo involucramos en decisiones que le atañen, es preciso buscar la forma para que pueda ir tomando sus decisiones, puede ser que tenga que hacer la tarea sí o sí, pero podemos hacerle elegir en que momento del día lo quiere hacer; preguntarle a la mañana que ropa se quiere poner, podemos darle opciones pero siempre respetando su decisión. Que elija el menú del día entre las opciones posibles, etc.
Involucrarlo en tareas domésticas, tal vez que no lo haga en forma completa pero si que colabore, que lave las tazas de la merienda, en vez de los platos del almuerzo si es que estos son más. Que ayude a guardar algo de su ropa, si es muy pequeño, que guarde 2 juguetes y no todos. De a poco podremos ir enseñando como hacer bien la actividad.
Podemos hacer uso del armado de historias sociales con imágenes para explicar las distintas situaciones, especialmente si la persona con discapacidad tiene dificultades para comprender lo que sucede o los imprevistos.
Tener en cuenta estas estrategias no hará que la persona con discapacidad y su familia no tengan momentos complicados o difíciles, pero ayudará a disminuir el estrés de todos pudiendo sobrellevar mejor estos tiempos de pandemia.
En cuanto al trabajo tradicional, “Un artesano dedica entre uno y cuatro meses a la confección de una prenda, en un proceso que comienza mucho antes con la recolección de la fibra de la llama, la alpaca, la oveja, el guanaco o la vicuña.
Otro insumo esencial que incidió de manera asombrosa en la historia humana, fue la sal. El “oro blanco” le llamaban los romanos, quienes construyeron carreteras que desde las salinas del Este, permitían transportar el mineral a la capital del imperio.
Mi primera idea es colaborar. Subo la escalera, la policía está allí. Observo el rostro de María Trucco estirado desde los talones hasta los pelos. La boca rígida parece de muerta, pero no, la muerta es Martita Romero, la esteticista.
La Chef Rosana Akino, Embajadora Gourmet de Brasil, nos comparte una forma muy deliciosa de hacer los pimientos. En la gastronomía, ellos son un ingrediente muy apreciado por su aroma y sabor, y se pueden utilizar en una gran variedad de platos.
Llegaremos a la conclusión de que existen otras ciudades que también tienen un puerto en sus costas; Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, etc., y no vemos por qué no llamar porteños a sus habitantes. Y, de hecho, nadie los llama así.