El Anecdotario de Don Oscar
El humor y la vitalidad fueron dos distintivos en la vida de Oscar Alende. Hay decenas de anécdotas que lo atestiguan, como ésa que se solía contar en los pasillos de las convenciones, cuando el Partido Intransigente atravesaba su período de gloria. Parece que ‘Don Oscar’ -como lo llamaban todos- había sido invitado a Lincoln, partido bonaerense donde el PI supo conseguir un intendente. Las autoridades comunales y los correligionarios lo agasajaron como ocurría cada vez que Alende pasaba en gira política. Tenía, ya, setenta y pico largos. La cosa venía con asado y todo. Pero hubo tiempo también para que recorriera el campo de golf, a bordo de uno de esos autitos miniatura que suelen transportara los golfistas. Llegando al último hoyo, el ‘bisonte’ elogió el paisaje y el estado del lugar. Sus anfitriones retribuyeron agradecidos. Uno de ellos preguntó, entonces: -¿Hace unos tiros, Don Oscar? -No… déjeme -contestó el veterano intransigente. -¿Por qué… no le gusta el golf? -Me gusta, me gusta, pero ¿sabe qué pasa m’hijo?… yo todavía cojo.
Oscar Alende por Susana Viau – El País – 24-12-96