En la antigua Grecia, se usaba para referirse a un ciudadano que se desentendía de los asuntos públicos y se dedicaba a sus intereses personales, en contraste con los ciudadanos que participaban activamente en la vida política.
La Risa del Idiota
La risa en las gauchesca uno de los dos elementos en los que el género se sostiene. El otro es el dialogo; pero la risa es lo que termina de dar carácter a esa poética. La risa paisana: risa socarrona, astuta, incidiosa, ironica con la que Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi, Estanislao del Campo, José Hernández, tramaron una política contra la fachada de seriedad del sistema.
Cuando lo trágico ya no tiene lágrimas para verter ocurre que es excedido por lo cómico. Los poetas gauchescos lo sabían y sabían también que la risa, tal como ellos la hacían asomar o estallar e sus poemas, era una forma eficaz de resistencia frente a los estropicios del poder.
Suerte fue el arte del bufón, ese arte que singulariza a los bufones shakesperianos cuando se burlan del poder para controlar su locura.
No es casualidad que su fundador, Hidalgo, inventa el género cuando en 1820 se estaba al filo de las guerras civiles que durante dos décadas iban a destrozar el país.
Tampoco es casualidad que llamara Diálogos a sus composiciones, como un modo de instar al entendimiento entre los argentinos.
Pero volvamos a poner foco en la risa de los gauchescos comenzando por tener en cuenta esto: se trataba de hombres de la ciudad disfrazados “de gauchos que daban voz a su doble: el doble paisano que tomaba distancia de los hechos, riendo con risa intencionada de las acciones desquiciadas de los gobernantes.
En una lectura de las obras de estos autores, despojada de lo folklórico, lo que leemos es la caricatura del Régimen, el fracaso de los individuos y de toda una sociedad.
“Somos la mueca de lo que soñamos ser” supo decir Discépolo: Hidalgo ya decía lo mismo en 1820 cuando Chano llamaba revulución a la Revolución de Mayo y le advertía a su interlocutor, Contreras:
Desde el principio Contreras
Esto ya se equivocó
Y en el declive ominoso:
Digo que hemos de ser libres
Cuando hable mi mancarrón.
Hay que inclinarse sobre los textos de nuestros gauchescos y saber ver en ellos la posibilidad de un nuevo gauchesco de nuestros días: un Martin Fierro riendo, ahora, con la risa del idiota.
El Guardián – 14- 05-03 – Por Leónidas Lamborghini
¿Cuál es el Origen de la Palabra «Idiota»?
La palabra «idiota» proviene del griego ἰδιώτης (idiṓtēs), que originalmente significaba «particular» o «privado». En la antigua Grecia, se usaba para referirse a un ciudadano que se desentendía de los asuntos públicos y se dedicaba a sus intereses personales, en contraste con los ciudadanos que participaban activamente en la vida política. Con el tiempo, esta palabra fue evolucionando y adquiriendo connotaciones negativas, hasta llegar a su significado actual, que se refiere a una persona tonta o con poca inteligencia.
Salgan al Sol
Setenta biblioratos nada más,
y ni un maní para mascar.
Cuatro minifaldas y un patín
olvidadas en un rincón.
Salgan al sol, revienten,
salgan al sol.
Salgan al sol, idiotas.
Setenta biblioratos nada más,
ni un maní para mascar.
Una secretaria en minifalda
y mi jefe en el rincón.
Salgan al sol, revienten,
salgan al sol.
Salgan al sol, paquetes.
Cuatro solteronas desinfladas
que se creen un primor.
Mesa redonda y un doctor
que les habla del amor.
Salgan al sol, revienten,
salgan al sol.
Salgan al sol, idiotas.
Cuatro solteronas desinfladas
que se creen un primor.
Mesa redonda y un doctor
que les habla del amor.
Salgan al sol, revienten,
salgan al sol.
Salgan al sol, idiotas.
Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll
1971