Xul Solar (Schultze)
“… ¡Schultzee! ¡Buenosayres!- urgían las voces-
¡Hemos encontrada la brecha!”
Leopoldo Marechal
Filósofo, astrologo, frecuentador de arcanos, inventor y pintor. Tales fueron algunos de los intereses de Xul Solar, un argentino nacido el 14 de diciembre de 1887 en San Fernando (provincia de Buenos Aires) y fallecido el 9 de abril de 1963. El propio Solar cuenta así su historia en un reportaje publicado en la revista Mundo Argentino el 1° de agosto de 1951: “Soy campeón del mundo de un juego que nadie conoce todavía: soy creador de una técnica, de una grafía musical que permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo. Soy director de un teatro que todavía no funciona. Soy el creador de doce técnicas pictóricas, algunas de índole surrealista y otras que llevan al lienzo el mundo sensorio, emocional que produce en el escucha una audición musical. Soy creador de una lengua para la América latina: el neocriollo, con palabras, silabas, raíces de las dos lenguas dominantes; el castellano y el portugués”.
Xul Solar creo un teatro de marionetas utilizando personajes que encarnaban los signos zodiacales, con la idea de hacer un teatro del destino. Su actividad central fue la astrología. Cuenta Aldo Pellegrini: “De todas las personas que conocía, Xul Solar quería averiguar su estructura astrológica, era el modo de conocerlas profundamente y estimarlas. Con extraordinaria paciencia y tesón iba realizando el diagrama astrológico de cada uno con la ubicación exacta de los aspectos planetarios. En los últimos años, su mujer efectuaba la lectura r interpretación de esos diagramas porque Xul consideraba cumplida su tarea con la obtención del grafico preciso. Solar había concebido una verdadera interpretación astrológica universal mediante la cual establecía una oculta correspondencia entre todo lo existente: el lenguaje, la música, la pintura, la vida, los juegos como expresión de vida, la arquitectura como proyección del hombre, y finalmente las matemáticas que codifican y condensan las leyes del universo. El sistema numeral del Xul estaba basado en el Zodiaco y era duodecimal”.
También se ocupó de la estructura humana, y la anatomía fue uno de sus temas de estudio y análisis, dado que consideraba que en los órganos había potenciales no revelados.
Toda la pintura de Xul Solar tiene símbolos herméticos o religiosos : los ocho trigramas chinos llamados Pakua, el Taiki, el yang y yin, los mandalas , los símbolos hindúes, cabalísticos, alquímicos, astrológicos, la cruz, la estrella de Davis, etcétera. En los últimos años, Solar frecuentó con más intensidad los símbolos cristianos y el Paracleto (Espíritu Santo).
Leopoldo Marechal recreó la personalidad de su amigo en uno de los personajes clave de la novela Adán Buenosayres: el astrologo Schultze.
En la calle Laprida 1212 funcionan la Fundación y el Museo Xul Solar, que rescata la vida y obra de este avanzado vecino de Buenos Aires.
Bibliografía
Palma de Sindona, Norma. Buenos Aires y el Zodiaco, Buenos Aires, ed. Distal, 1990.
De la Ferriére. Raynaud. El libro negro de la francmasonería, Caracas, Venezuela, Ediciones de la Gran Fraternidad Universal. 1989.
Autores varios, Libro de ponencias del Primer Congreso Argentino de Astrología, Buenos Aires, Ed. Nous Producciones, 1982.
Buenos Aires Ciudad Secreta – Germinal Nogués -2003
Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari nació el 14 de diciembre de 1887 en la localidad bonaerense de San Fernando. Sus padres fueron Emilio Schulz (ruso) y Agustina Solari (italiana). Su hermana menor, Sara, falleció de fiebre tifoidea, enfermedad que Xul también padeció. En cuanto a sus estudios, asistió al Colegio Francés Fermy y luego al Colegio Inglés, además de practicar violín, actividad que abandonó tras un accidente.
En su juventud la familia se traslada a la capital y Solar asiste al Colegio Nacional Sección Norte del barrio de Palermo. Trabajaba con su padre, que se desempeñaba como ingeniero en la Penitenciaría Nacional. En 1905 decidió iniciar la carrera de Arquitectura, que abandonó dos años después.
En la familia había un gran interés por la música, su abuelo había sido pianista y su padre tocaba la cítara. Solar aprendió a tocar ambos instrumentos y disfrutaba de las composiciones de Bach y de Wagner. Forjó amistad con el músico Juan de Dios Filiberto y con Vicente Scaramuzza, profesor de piano del Conservatorio Nacional. Sus dos pasiones fueron las artes plásticas y la música, pero también se interesó por los idiomas, las religiones, la antroposofía, la numerología y la astrología.
El Panajedrez y la Panlingua
En la revista Él, Solar comparte algunas reflexiones acerca de sus facetas artísticas:
«Soy campeón del mundo de un panjuego que todavía nadie conoce: el panajedrez. Soy maestro de una escritura que nadie lee todavía. Soy creador de una nueva técnica musical, de una grafía musical que permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo.
Soy creador de una lengua universal –la panlingua– sobre base numérica y astrológica, que tanto contribuiría a que los pueblos se conociesen mejor unos a otros. Soy creador del neocriollo, lengua que reclama al mundo de Latinoamérica. Soy el director de un teatro que todavía no funciona…».