Jaque Mate al Cipayismo
Tantas letras de nuestra canción ciudadana que mencionan esta bebida como símbolo de la amistad, el amor, la soledad, los ritos familiares y barriales, a través de un clima íntimo y también compartido, como una forma de introspección y convivencia donde se pueden llegar a confundir la nostalgia con los recuerdos o el silencio con la ausencia.
El hombre de la ciudad en su vivienda, suavizando su soledad y su espera con un simple contenedor de madera con el que pareciera sumergirse en las más profundas de las meditaciones o una rueda de amigos compartiendo diferentes momentos, son postales que siguen repitiéndose y que dan la sensación que serán eternas, a pesar que ya estén cuestionados el agua y el aire.
Es que su evocación en la poesía tanguera expresa todos los sentimientos ý pareceres que anidaron y anidan en los castigados que transitan la ciudad de pobres corazones y en las expectativas de aquellos a los que les siguen pegando abajo.
Su presencia en todas las letras, es como un comodín que usa el corazón para enfatizar su mensaje en diferentes momentos a los que nos somete la vida:
Tratando de Interpelar Otro Corazón, Recordándole Ciertos Momentos Como si Fueran un Ritual.
Volvé, jamás otras manos
cual las de tu mujercita
harán por la tardecita
los mates que cebo yo,
que en su espuma te contaban
que, además de su dulzura,
allí estaba la ternura
de aquella que los cebó.
A la Gran Muñeca – (1919)
Letra: Miguel E. Osés – Música: Jesús Ventura
Siempre traigo bizcochitos
pa’ tomar con matecito
como cuando estabas vos…
Mi noche triste – (1917)
Letra: Pascual Contursi – Música: Samuel Castriota
Todito lo que tengo
pa’ vos es alma mía:
el mate, la bombilla
y hasta el calentador,
y tengo pa’ esas noches
de invierno crudo y frío
de lana un acolchado
pa’ que duermas mejor.
Te Doy lo que Tengo – (1920)
Letra: Pascual Contursi – Música: Antonio Scatasso
Para Evocar o Describir Costumbres de Algún Tiempo
Un amor en cada esquina;
unos esperan la mina
pa’ tomar el chocolate;
otros facturas con mate
o el raje para el convoy.
Pucherito de Gallina – (1951)
Letra: Roberto Medina – Música: Roberto Medina
Soy de ese barrio de humilde rango,
yo soy el tango sentimental,
soy de ese barrio que toma mate,
bajo las sombras que da el parral.
Tres esquinas – (1940)
Letra: Enrique Cadícamo- Música: Ángel D’Agostino – Alfredo Attadia
Te falta la amistad… convites a matear,
los bailes de disfraz de noche en el “Social”,
el truco en el fondín, el muro y el verdín
que cubre hoy tu corazón…
Mentime … Buenos Aires…! – (1986)
Letra: Roberto Vidal – Música: Angel Cicchetti
También Como Adjetivo para Describir la Característica de un Sentimiento
Fina
caridad de mi rutina,
me encontré tu corazón…
en una esquina…
Trenzas de color mate amargo
que endulzaron mi letargo gris…
Trenzas… – (1944)
Letra: Homero Expósito – Música: Armando Portier
Ella es como el mate amargo,
bien criolla y bien porteña,
y es acorde en la guitarra.
Qué milonga milonguera
la canción de la esperanza
que el amor hace canción!
Bien Criolla y Bien Porteña – (1945)
Letra: Homero Expósito – Música: Armando Portier
Buenos Aires te siento así: mujer de ideal, mujer sin fin…
Qué caminos color azul trazó en tu piel la cruz del sur,
que el amargo sabor de este mate de ayer,
se abrochó en el sentir, tan desnudo y tan cruel.
Tan Mujer – (2006)
Letra y Música: Liliana Vinelli
Todos estos pasajes poéticos describiendo un torrente de sentimientos como el amor, la ternura, la tristeza, la calidez, tiene como figura expresiva a una infusión de origen guaraní, que se fue expandiendo hacia todas las direcciones hasta abarcar una amplia región, llegando a incluir el obelisco. Una infusión de consumo aborigen que llegó silenciosamente y que al igual que la milonga ciudadana inspirada en la milonga campera se hizo carne en la música tanguera, para el horror de algunos personajes que no se sabe a qué se refieren cuando definen la identidad porteña, y que dicen identificarse más con la cultura uruguaya como si el país hermano esté caracterizado por tomar el té a la 17, la fondue en noches de bajo 0°, o desayunar con croissan, son los mismos que se horrorizan si ven en las calles de Punta del Este algún uruguayo pobre caminando con un termo bajo el brazo.