Ya fué
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El Walkman
A partir de 1983 los cassettes, superan por primera vez la venta de los discos en vinilo. Un año más tarde se agrega AM / FM Stereo
El Walkman

El escritor estadounidense de ciencia ficción Ray Bradbury, en su novela Fahrenheit 451 (llevada al cine por Francois Truffaut) imaginaba un mundo futuro signado por el dominio absoluto de la tecnología y un riguroso control social; a tal punto, que como las casas eran anti incendios, los bomberos se dedicaban a allanar viviendas, secuestrar los libros que encontraban y quemarlos. El libro era considerado un elemento de alta peligrosidad. La comunicación dominada por la imagen, no necesitaba contar con ese elemento “subversivo”. Con referencia a aquel libro, el autor comentó en la contratapa de una de sus obras una anécdota vivida probablemente a mediados del siglo XX. Bradbury transitaba una de las arterias más concurridas de New York, cuando al llegar a un cruce de calles, una pareja de ancianos se aprestaba a cruzar. La mujer llevaba los ojos entrecerrados y de uno de sus oídos colgaba el cable de un auricular. Ella, totalmente embelesada con lo que estaría escuchando, ni siquiera miraba la calzada; él la guiaba tomándola de un brazo.

“Entonces comprendí que Fahrenheit 451 ya había llegado…”; comentó el escritor con profunda amargura.

La historia tiene múltiples interpretaciones, pero sin duda el núcleo de ese recuerdo es el aislamiento que a su juicio, amenazaba a la comunicación humana básica, interferida por los aparatos de escucha individuales. Fallecido en 2012 ¡qué pensaría el escritor si contemplara el desarrollo de internet y los saltos tecnológicos en todos los terrenos, diez años más tarde!

Pero como el progreso técnico es incontenible y dicen que hasta beneficioso, desde los primitivos fonógrafos hasta las fronteras del conocimiento que hoy exploran los científicos, pasaron millones de kilómetros de cables y muchas toneladas de transistores.

El walkman se ganó un lugar destacado en esa historia. Para quienes no lo recuerdan o no lo conocieron, se trata de un artefacto reproductor de audio con auriculares y cassettes y algunas versiones contaban con receptor de radio AM y FM. Fue lanzado al mercado por la firma japonesa Sony en 1979, basado en el grabador portátil conocido como Pressman, de uso frecuente por los periodistas. El primer cassette utilizado fue el compact cassette de Philips, con capacidad de almacenamiento de sesenta minutos; treinta minutos de cada cara.

Si bien el antecedente más lejano surgió en 1954 conocido como Regency TR – 1, un reproductor también auto transportable, fue sin duda Walkman, ya que esa es la marca registrada, la que ganó la disputa mundial por los mercados; a tal punto que su nombre se convirtió en genérico. De todos modos, otro intento fue el del brasileño radicado en Alemania Andreas Pavel, inventor de una pieza similar que fracasó comercialmente.

El primer walkman (el de Sony) denominado TPS – L2 costaba unos 150 dólares y se alimentaba con pilas AA, siendo caro para la época; tal vez eso explique que la primera tanda alcanzó sólo unas treinta mil unidades.

A partir de 1983 los cassettes superan por primera vez la venta de los discos en vinilo. Tal vez, el auge de prácticas aeróbicas divulgan aún más su uso, ya que por primera vez se puede correr o caminar por la calle eligiendo lo que uno quiere escuchar, ya que antes ese privilegio lo tenían las radios a transistores, como nuestra inolvidable Spica. Un año más tarde se agrega al artefacto el sintonizador AM / FM Stereo, mejorando la calidad del audio.

La expansión y el uso masivo del Walkman a nivel mundial, parecían augurarle un futuro venturoso. Transitó reinando las décadas de 1980 y 1990, compitiendo con otros productos europeos que pujaban sin amenazar seriamente el liderazgo japonés. Pero para sorpresa de los millones de usuarios y del universo empresarial, el 24 de octubre de 2010 la empresa Sony anunció al resto del planeta que cesaba la producción del Walkman. Según fuentes de esa empresa, hasta ese año se habían fabricado unas 220 millones de unidades de esa marca. Una interpretación probable para cesar la producción, es que las manufactureras japonesas, vanguardia de las líneas electrónicas, vieron venir con tiempo la nueva era dominada por la tecnología digital, el universo internet.

Walkman – Clarín – 09-08-87 – Ilustración Osvaldo Estevao

Aun así, todavía existen “walkmans” con mini disc y otras opciones más sofisticadas. A comienzos del siglo XXI Sony comenzó la fabricación de reproductores Walkman MP3 y continúa también, con otros productos que llevan la marca legendaria de aquel aparatito que fue un símbolo generacional. Pero sin dudas, ya entonces la hegemonía pertenecía a internet.

De su popularidad, habla el hecho de que la Real Academia de la Lengua Española, admite en sus registros a la palabra walkman como uno más de los tantos anglicismos incorporados a nuestro rico idioma.

El “walkman” cumplió su ciclo y permanece en algún rincón de la memoria y las emociones, a esa generación que convivió con él como antes lo habían hecho la Spica y el Winco Fon con sus ancestros.

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