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Vuelos Transpolares
PRIMER VUELO TRANSPOLAR TRANSCONTINENTAL – 20-09-65
Vuelos Transpolares

La Antártida pese a su cercanía relativa con el continente, para los argentinos que habitamos al norte de la Patagonia es un territorio muy lejano, casi imaginario; pese a que desde hace años los cruceros de placer acercan muchos turistas. No obstante, la presencia nacional es continua desde 1904, cuando se instaló en las Islas Orcadas el primer asentamiento argentino que hasta contaba con una estafeta postal. Los compatriotas que se animaron a internarse en aquellos hielos afirmando nuestra soberanía, fueron en general científicos y militares que cumplían tareas de investigación y apoyo a las dotaciones establecidas. Con el desarrollo de la aviación, las expediciones y el abastecimiento de nuestras bases se acortaron en el tiempo y el tráfico entre ambos continentes se hizo menos penoso.

El 20 de septiembre de 1965 despegó de la base aérea El Palomar el Douglas C – 47 apodado El Montañés, modificado para operar en el Polo Sur. El avión fue dotado de una turbina en la cola y cohetes impulsores para potenciar su funcionamiento en la “Patria Blanca”. La aeronave aterrizó en Río Gallegos (Santa Cruz) para una escala técnica y luego puso rumbo a la Base Belgrano en la Antártida Argentina. El 27 de ese mes anevizó en la Base Antártica Matienzo. Desde allí cumplió algunas tareas de rutina como abastecimiento en paracaídas para distintas bases, incluyendo una chilena. También en apoyo a la Operación “Paralelo 90”, la expedición encabezada por el coronel Jorge Leal para alcanzar el Polo Sur por tierra.

El objetivo del plan era establecer nuevas rutas aéreas a Oceanía y el Lejano Oriente, atravesando el continente blanco. La tripulación del vuelo histórico la integraron como Comandante, el capitán Mario Luis Olezza; capitán Carlos Felipe Bloomer Reeve; primer teniente Roberto Triviani, suboficial principal Guillermo Haeusser; suboficial ayudante Miguel Acosta; suboficial ayudante Juan C. Rivero; cabo primero Gerardo Mateos; sargento ayudante Julio Muñoz.

El 3 de noviembre de ese año la escuadrilla conducida por el capitán Mario Olezza despega de la Base Belgrano, territorio antártico. Su rumbo: el Polo Sur a los 90 grados latitud sur. Su destino: la estación estadounidense Mcmurdo, a orillas del Mar de Ross; al “otro lado” del continente blanco.

El legendario DC – 47 fue acompañado por otras dos aeronaves hasta el polo sur, cumpliendo un vuelo de 9 horas a 55 grados bajo cero. El día 11 el Douglas continuó solo a su destino en Mc Murdo, demorando cinco horas y media: La primera vez que un avión argentino realizaba un vuelo transpolar. Pocos días después el DC – 47 emprendió el viaje de regreso cubriendo el trayecto a la Estación Polo Sur nuevamente en cinco horas y media, recorriendo 2.822 kilómetros. Desde ese punto, en 14 horas de vuelo estuvo en la Base Belgrano, punto inicial de la aventura. El 8 de diciembre la aeronave retorna a Buenos Aires realizando dos escalas técnicas: una en la Antártida y otra en Río Gallegos.

Pasaron varios años hasta que se comenzó a explotar la nueva ruta aérea. El 7 de julio de 1980 Aerolíneas Argentinas inauguró la ruta transpolar a Oceanía, partiendo un Boeing 747 desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza (Buenos Aires). No se trató de un vuelo regular, sino de promoción del nuevo servicio argentino. El gigantesco aparato hizo escala en Río Gallegos y aterrizó en Auckland, Nueva Zelanda; con destino final Hong Kong. A fin de 1980 se realiza el primer vuelo sin escalas entre Melbourne (Australia) y Buenos Aires.

En septiembre de 1981 comienzan los vuelos regulares de Ezeiza a Auckland, usando la ruta transpolar.

El 1 de abril de 2014, Aerolíneas Argentinas realizó su último vuelo por esa ruta después de operar durante muchos años. Las razones esgrimidas para desprogramar esos vuelos fueron la baja rentabilidad, ya que tenían un escaso número de pasajeros. Desde Argentina, la empresa Air New Zealand sigue operando esa ruta utilizando el sistema de código compartido con nuestra línea de bandera.

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