Cuando escribimos, hablamos, el telégrafo, el teléfono de línea, las ondas radiales, estamos realizando acciones cuyo soporte es analógico, es decir, lo analógico debe estar inserto en un tangible, se debe poder tocar, inclusive las primeras computadoras, por ejemplo con tarjetas perforadas, estaban pensadas desde lo analógico.
La aparición masiva en las últimas dos décadas del soporte digital, es un cambio de paradigma, que merece ser comprendido, para tomar dimensión de lo que el ser humano ha superado barreras inimaginables.
Cuando hablamos frente a un micrófono lo hacemos en forma analógico, al ingresar al portavoz sigue en ese soporte dado que golpea contra una membrana, que se denomina, diafragma, el propósito de este cono/envolvente es reproducir con exactitud la forma de onda de la señal de voz, absorbe las vibraciones de nuestra voz y está unido al sistema que transforma estas ondas en electricidad, o sea, esa señal eléctrica podría dirigirse por un cable de cobre y llegar al receptor, seguiría siendo analógico, pero si esa señal eléctrica se transformara a digitalización, lo que pasaría es lo siguiente, un conversor haría que esa señal eléctrica se convierta en un dígito binario, llamado bit, que es la unidad mínima de información empleada en informática, en cualquier dispositivo digital, si se desea describir en un papel se manifiesta en un lenguaje binario que se escribe en 0 y 1, pero que significa golpe eléctrico o no, y esa combinación, Byte es la unidad de información de base utilizada en computación y en telecomunicaciones, y que resulta equivalente a un conjunto ordenado de ocho bits, por ejemplo si queremos escribir la letra “m” se escribe 01101101, la letra “a” se escribiría binariamente como: 01100001, cada 0 ó 1, presentado en diferente lugar significa una letra, si quisiéramos escribir mamá: 01101101 01100001 01101101 11100001.
Esto se traduce en golpes eléctricos como si fuera un telégrafo, en forma de paquetes, estos al salir la información de la computadora a través de un conversor lo transforma en un haz de luz que viaja a través en un cable de fibra óptica que puede ser de vidrio, en un diámetro ligeramente más grueso que el de un cabello humano, obviamente lleva la velocidad de la luz lo que hace que una señal que se ingresa llega a destino casi simultáneamente.
Nunca hubiera sido posible la revolución comunicacional si no hubiera dado el paso a la fibra óptica, los especialistas en el tema lo saben, todo lo demás es una consecuencia lógica del gran salto del transporte de datos, al ser más delgado y ligero que uno de cobre, permiten mejor uso por lo fácil de instalar. Este hallazgo hizo posible enviar gran cantidad de datos a largas distancias e inmune a las interferencias electromagnéticas. Los cables de fibra óptica transmiten datos más rápido que los cables de cobre. Por ejemplo, un cable de cobre (cable coaxial) puede transmitir 1.000 megab- ytes por segundo, mientras que un cable de fibra óptica puede hacerlo a 10.000 megabytes por segundo.
Esta fiesta de comunicación es posible gracias al razonamiento humano, entonces aunque parezca obvio, tenemos que detenernos a pensar lo importante de la vida humana, de darle las herramientas para el desarrollo, para cultivar el pensamiento, es importante señalar la falta de responsabilidad social en mejorar la condición humana, la carencia de valores, la levedad informativa, el vale todo, el morbo promovido, la falta de cuidado. Es imprescindible un acuerdo con estos agentes sociales, un pacto de grandeza de los dueños de las corporaciones mediáticas, de responsabilidad social, una estética comprometida con el conocimiento y cuidado de las personas, una sensibilidad social en contextos artísticos o estéticos que aporten a la comunidad, es imposible crear una sociedad mejor si estamos bombardeados de información falsa y/o innecesaria.
Matemos al mensajero, porque en vez de aportar luz, ideas, generan juegos de artificio, con liadas intenciones. Hay que persuadir al mayor forjador de mentes, que no puede estar lanzando permanentemente contrafuegos a la transformación de un mundo mejor, como si fuera ajeno al mismo sin responsabilidad alguna de su fruto. En algunos reservorios, ajenos a los medios de comunicación masiva, se están gestando propuestas y produciendo debates de ideas, políticas de colaboración de enfoque inclusivo y de múltiples partes interesadas, sigamos su ejemplo.