Paredes de Canto
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Caminito
La más Ancha... Puede ser, pero Caminito, Seguro que no
Caminito

Si hay algunos símbolos que representan a Buenos Aires estos pueden ser: El Obelisco, el tango, la 9 de Julio, entren otras decenas de imágenes.

Para muchos, el Tango Caminito está originado en la calle del Barrio de La Boca. Pero esto no es así:

El tango “Caminito” no está inspirado en la tradicional callecita frente a la vuelta de Rocha en el barrio porteño, sino en un sendero en Chilecito, al Sur de la capital de La Rioja. Éste un sendero ubicado en el pueblo de Olta, cerca del sitio donde el mayor Irrazábal asesinó al general Vicente “El Chacho” Peñaloza, caudillo de los Llanos, en 1863.

La letra del tango es obra de Gabino Coria Peñaloza, con música de Juan de Dios Filiberto y; según los porteños, fue una inspiración de este último cuando vio una pareja de enamorados caminar por un sendero paralelo a las vías del tren.

Sin embargo, en un reportaje, cuando se le pregunto al poeta si había escrito el tango basado en un “caminito existente a orillas del Riachuelo”, Gabino contesto: “Eso es un invento de los porteños ¿Cómo puede creer usted que pueda existir un camino “bordado de juncos y cardos en flor”, en la podredumbre de las orillas del Riachuelo?”.

Coria se encaró de destruir la versión porteña del origen del Tango, pero lo que nunca aclaró fue, a quien se lo dedicó o quien fue su Musa inspiradora que lo llevó a hacer estos hermosos versos.

Él, evadía pronunciarse sobre la verdadera historia, ya que cuando se lo consultaba, daba distintas versiones para no develar el incognito de una relación sentimental de juventud, que con gran honor ocultaba y que se llevó a la tumba.

Coria Peñaloza, quien además es autor de obras famosas, como “El Pañuelito”, “El Besito” y “El Ramito”, entre otras, nació en Mendoza el 19 de febrero de 1889 y en su juventud abandonó el hogar materno para vivir en Buenos Aires, donde comenzó a publicar sus versos en revistas de la talla de “Caras y Caretas”.

Posteriormente, se radico en la ciudad riojana de Chilecito, donde se casó con Catalina Oyarzún una chilena con quien tuvo dos hijos- Ricardo Facundo (por Facundo Quiroga) y Federico Gabino (por su amigo el poeta Federico García Lorca).

Aunque Coria Peñaloza nunca contó la verdadera historia del nacimiento del tango “Caminito”, en 1972, su esposa aseguro que nació “del recuerdo de un amor de juventud que tuvo Gabino en la localidad de Olta, departamento de General Belgrano”.

En un diario de esa época, basado en relatos de vecinos del lugar, se reafirma ese argumento: “Don Gabino, de 21 años en ese entonces llegó a Olta de paso a Mendoza, y tuvo que quedarse unos días por la creciente del rio, ya que no podía ir a lomo de mula ni en carro, que eran los únicos medios de movilidad en ese entonces”, se cuenta.

“En una velada entre vecinos Gabino conoció a María, una profesora de piano de una escuela de preceptores, y de familia muy conocida, que tocó para él y así nació el amor entre ambos”, añade el periódico.

“Los días que permaneció en Olta, Coria Peñaloza y María aprovechaban para hacerse promesas de amor mientras recorrían juntos ese ¨caminito bordado de trébol y juncos en flor¨”, precisa el texto.-

“Al culminar la creciente, el joven regresó a Mendoza y su vuelta se prolongó por más de un año, dándose con la cruel verdad de que su amada había sido trasladada a las afueras de la provincia, tras verla penar por el amor frustrado y por su tardío regreso”, culmina la historia.

De este dolor de juventud nació este Tango:

Caminito que el tiempo ha borrado,
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal.

Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor,
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo.

Desde que se fue
triste vivo yo,
caminito amigo,
yo también me voy.

Desde que se fue
nunca más volvió.
Seguiré sus pasos…
Caminito, adiós.

Caminito que todas las tardes
feliz recorría cantando mi amor,
no le digas, si vuelve a pasar,
que mi llanto tu suelo regó.

Caminito cubierto de cardos,
la mano del tiempo tu huella borró…
Yo a tu lado quisiera caer
y que el tiempo nos mate a los dos.

Años después de dejar Mendoza, Coria Peñaloza se radico en Buenos Aires, donde conoció a Juan de Dios Filiberto, quien le tarareo la música de un tango que no tenía letra, y le pidió a su amigo que le escribiera unos versos.

Gabino le recito entonces su letra de su canción, pero como no acordaba demasiado con la música, Filiberto le pidió que cambiara algunas estrofas, a lo que Coria Peñaloza se negó; Filiberto adapto finalmente la música y así fue como nació el inmortal “Caminito”.

En 1926 Coria Peñaloza presento el tema de un concurso de canciones organizado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, en la Sociedad Rural. Obtuvo el primer premio de canción porteña, pero eso no impidió que resultara “abucheado” por el público presente.

Posteriormente, ese mismo año, la orquesta de Francisco Canaro, junto a Carlos Gardel y las guitarras de Ricardo y Barbieri, lo grabaron: y a partir de allí “Caminito” compartió con “El Choclo”, “La Cumparsita”, “A Media Luz” y “Adiós Muchachos”, el sitial de los tangos de mayor difusión universal.

Pasado más de un año el tango no entraba en el gusto popular. Hasta que el 5 de mayo de 1927, en el Teatro Cómico, Alberto Novión estrenó su sainete Facha tosta.-En ese sainete, Ignacio Corsini, cantó Caminito y obtuvo un éxito total. Gardel, autorizó entonces a Corsini a grabar Caminito, aunque él tenía la exclusividad”. Comentaba Jorge Luis Borges que hacia 1929, en charla con un viejo compadre de principios de siglo, Nicanor Paredes, al que después le dedico la milonga, éste le contesto que el tango no le gustaba porque lo encontraba “demasiado científico”. Además de las mencionadas, existen decenas de grabaciones, entre ellas la de Tania, acompañada por una orquesta dirigida por Enrique Santos Discépolo, la de Libertad Lamarque, Carlos di Sarli con Oscar Serpa, Armando Pontier con Oscar Ferrari, Juan D’Arienzo con Jorge Valdés, Osvaldo Pugliese con Jorge Maciel y Rubén Juárez, acompañado por Armando Pontier.-

Revista Weekend – Perfil – 23-01-20
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