Gestión Cultural
Grande fue la sorpresa de Silvia cuando, al decidir volver a estudiar, en este caso la Licenciatura en Gestión Educativa, Eli también se decidiera, para volver a estudiar juntas. Y una vez recibidas, juntas otra vez se inscribieran en la Licenciatura de Resolución de Conflictos y Mediación.

Por Claudio Valerio
Cuando la Amistad Capta Nuestras Expectativas y es una de las Relaciones más Importantesde la Vida
Entre amigos hay entendimiento de palabras y de silencios; tal es así que se puede reflejar en una conocida frase, «entre amigos no se necesitan aclaraciones«; porque no resultan necesarios largos diálogos para mantenerla, ni menos aumentarla; porque ni el tiempo ni la distancia harán que se rompa.

Silvia Saucedo y Élida Micciulli son dos amigas que se conocen desde los 17 años y, ya pasadas algunas décadas, entienden el significado de la amistad verdadera, de esa con conexión profunda y basada en la confianza.
Comenzaron, porque todo tiene un comienzo, en esos días de cursada del profesorado de Matemática. Juntas, entre mate y mate, sean solos o acompañados con tostadas y mermeladas caseras, comenzó la consideración y la comprensión por la otra haciendo que, con el correr del tiempo y entre derivadas e integrales, se hicieran innecesarias las justificaciones, ni menos las formalidades.
Transcurrieron meses que se transformaron en años y cada una tuvo objetivos, prioridades y actividades diferentes; esposo, hijos, familia, trabajo entran en escena sin que ello signifique que el cariño mermara; ambas familias hicieron una familia.
Entre cumpleaños, charlas de niños, conversaciones docentes, etc., se comenzaron a compartir ideas y proyectos de trabajo en los que podrían involucrarse juntas; una trabajando en secundaria, terciario y universidad, la otra con la creación de su Complejo Educativo Nuestra Tierra… Así, en el 2000, esta última decide, a instancias de inaugurar el nivel secundario en Ezeiza, convocar a la primera a que sea la directora de ese nivel; una nueva etapa da comienzo. La alegría de compartir más tiempo juntas, con familiares y amigos, les dio la oportunidad de crecer en amistad y con un nuevo componente, el compañerismo que viene del trabajo conjunto.

La amistad supone el compartir, y grande fue la sorpresa de Silvia cuando, al decidir volver a estudiar, en este caso la Licenciatura en Gestión Educativa, Eli también se decidiera, para volver a estudiar juntas. Y mucho más grato fue el hecho de que, una vez recibidas, juntas otra vez se inscribieron en la Licenciatura de Resolución de Conflictos y Mediación. Porque las amigas aprenden a desmantelar esas barreras de egos, y se hacen de equilibrio en la franqueza y preservación de la otra persona, aún frente a las diferencias de posición ente diversas situaciones, porque estas son trabajo, no sentimiento. Sus convicciones están más allá de todo movimiento mezquino laboral; porque entre el trabajo en la escuela y sus títulos alcanzados juntas, siempre estuvo presente el respeto, el cariño y el conocimiento que una tiene de la otra; elementos estos que son más que suficientes para abrir los ojos, detenerse y analizar lo que realmente está pasando y, de ser necesario, llorar juntas o bien disfrutar lo obtenido.

¡Felicitaciones Silvia y Élida por estos 50 años de amistad! Ustedes son hermanas de la vida y, como tal, fuera de lo concerniente a lo marital o bien familiar, se sobreentienden confidencias y expectativas que resultan esenciales en el tema de lealtad.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), te envío un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, derramando sobre ti, bendiciones de Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius
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