En realidad, es un conjunto de tres plazas: Plaza del Congreso – Plaza Mariano Moreno y Plaza Lorea. Erróneamente, se la llama “Plaza de los Dos Congresos”; éste es el nombre de la escultura, que recuerda a la Asamblea del Año XIII y al Congreso de Tucumán.
Dr. Juan Silvio Aleksander*
Plaza Congreso
Hoy presentaremos una plaza especial, por su carácter de participación en la política.
Es la Plaza del Congreso, situada enfrente del Congreso Nacional, avenidas Rivadavia y Entre Ríos.
Tiene un hilo conductor: la Avenida de Mayo, que parte desde la Casa Rosada, hasta llegar al Congreso Nacional.
Cuando hay manifestaciones políticas, ya sea a favor o en contra de los gobiernos, o para marcar tendencias cívicas, la Avenida de Mayo, hace que lleguen hasta la Plaza del Congreso, las gentes con sus reclamos o proclamas.
En realidad, es un conjunto de tres plazas: Plaza del Congreso, delimitada por Rivadavia, Virrey Cevallos, Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos, Plaza Mariano Moreno, en Virrey Cavallos, Hipólito Yrigoyen, Avenida de Mayo y Rivadavia, y la pequeña Plaza Lorea, entre Hipólito Yrigoyen, Luis Saenz Peña, Paraná y Avenida de Mayo.
Erróneamente, se la llama “Plaza de los Dos Congresos”; éste es el nombre de la escultura, que recuerda a la Asamblea del Año XIII de 1813 y al Congreso de Tucumán de 1816.
Otras esculturas que la pueblan: El Pensador, de Auguste Rodín, y el Monumento a Ricardo Balbín. En la Plaza Mariano Moreno, el Monumento a Mariano Moreno, y la estatua que recuerda al doctor abogado y diputado nacional Alfredo Lorenzo Palacios. Además del Monolito del kilómetro Cero, desde donde parten todas las rutas nacionales. Y en Plaza Lorea, el Monumento a José Manuel Estrada.
El conjunto de las plazas fue proyectado por el famoso paisajista Charles Thays, derivada en Ley n° 6.286 del año 1908.
La nota de color la brindan las palomas, que pueblan las tres plazas que mencionamos, y son la delicia de chicos (¡y también de los grandes, sin dudas!) para darles de comer miguitas de pan ó galletitas trozadas.
Por la calle Hipólito Yrigoyen, están los edificios de la Bibilioteca del Congreso de la Nación, y La Caja Seguros, anteriormente Caja Nacional de Ahorro Postal, de las décadas pasadas donde el ahorro en una libreta con estampillas postales, todavía era posible sin interferencia de la inflación. Ellos le dan un tono de solemnidad imponente.
Por la avenida Rivadavia, el famoso cine Gaumont, actualmente Espacio INCAA, donde filmes de promoción se exhiben ante audiencias ávidas de cine poco convencional; en épocas pasadas, años 60, en esa sala se proyectaba el Cinerama, parecido al actual 3 D, toda una novedad para esos años.
Y también el teatro Liceo, en la esquina de avenida Rivadavia y Paraná, con la representación de importantes obras; recordamos a Enrique Pinti, y su “Salsa Criolla”, representada desde 1984 durante nada menos que ¡DIEZ AÑOS!.
Hermoso paseo, por sus verdes, sus esculturas, y la gente que circula y se toma fotos, en general turistas del interior del país, y también extranjeros, que se hacen notar por sus varios idiomas, con el fondo del Congreso de la Nación.
Es de destacar que los city tour para los visitantes incluyen en forma definitiva – por su importancia – una parada en la Plaza del Congreso.
También foco de protestas, de toda índole, como lo marcamos más arriba, que le dan ese toque de realidad: política, sociedad, y economía de todos los días para marcar el apoyo ó descontento social al gobierno de turno.
La ciudad de Buenos Aires tiene todas las atracciones que se precien para ser considerada una city indispensable de ser conocida; la Plaza del Congreso es una de las más importantes.
*Contador, Perito Judicial y Técnico en Turismo