En definitiva, crear estos espacios nos hace feliz. A partir del instante en que estamos dispuestos a dar como correlato ignoramos lo mucho que podemos recibir. Se trata ni más ni menos que de la vida misma.
Talleres y Grupos de Pertenencia
En estos tiempos que corren vale la pena no perder de vista la socialización en forma presencial. Es una forma de sentirse unido con un hilo invisible de intereses comunes. La tercera edad o la juventud de la vejez nos lleva por distintos caminos para el encuentro con aquello que dejamos en el tintero durante el pasado: escritura, pintura, teatro, música, confección, cerámica, idiomas, etc.
En el caso de los dos talleres que coordino la literatura está presente. Mujeres que sueñan tiene la particularidad además de que el ámbito donde nos encontramos es la Asociación de Docentes Jubilados y Retirados de la Provincia de Buenos Aires.
Párrafo aparte merece esta Asociación que todos conocemos como Jubilétandil, y el grupo de su Comisión Directiva encabezado por la docente Adriana Goñi y acompañada por Albertina Quintana, Carlota Juárez, Guillermina Levy, Noemí Rebollo, Noemí Lueje, Lidia Salgueiro, Ana Isern, María Lujan Etcheto, María Elena García, Mari Giannasi, Coty Carsaniga y muchas otras colaboradoras entre las que me encuentro. Esta Asociación no sólo abre las puertas a docentes y no docentes, sino que ofrece distintos talleres además del mencionado y charlas y conferencias con personalidades destacadas de la ciudad que aportan al conocimiento y la cultura en general.
En particular con el grupo Mujeres que Sueñan utilizamos la lectura de distintos textos (autores locales y otros) para el análisis y reflexiones acerca de la vida y sus circunstancias. Ese acto de reflexión individual y grupal no solo nos permite acercarnos, sino que además nos abre las puertas al pensamiento para repensar la propia existencia. Además, con el mismo grupo se realizan dos Meriendas literarias anuales que sirven no solo para conocer las obras de los autores locales sino que es un modo de pasar una tarde amena, en buena compañía e incluso recaudando dinero para los gastos fijos y arreglos que el edificio necesita.
En cuanto al taller Eslabones de Latidos V que también tengo el placer de coordinar en un lugar pleno de libros y amabilidad como lo es Librería Alfa de Tandil, gracias al apoyo permanente de sus dueñas Alicia Laco y Fabiana Mercedes Castaño, y el aporte incansable de Ludmila Keegan en todo lo referido a eventos, material digital etc. También María José y Patricia son colaboradoras que valoramos y apreciamos. Este taller es de lectura y escritura, diversas edades se dan cita todos los jueves, el espectro va desde los 30 años hasta más de 80.
Todas tienen como premisa el amor a la literatura, y es mi convicción no generar competencia entre ellas, sino que valorar la impronta de cada una. La escritura en muchos casos alivia el alma, el peso existencial, lo amargo de la vida, y el encuentro nos permite crecer y enriquecernos mutuamente. Cada año como proyecto cooperativo y de autogestión se realiza una Antología, en la misma están los mejores textos que a criterio de cada una de las escritoras considere pertinente, luego es presentada en la propia Librería Alfa y también en la Feria del Libro de Tandil.
En definitiva, crear estos espacios me hace feliz. A partir del instante en que estamos dispuestos a dar como correlato ignoramos lo mucho que podemos recibir. Se trata ni más ni menos que de la vida misma cuando mis abuelas decían: cada uno cosecha aquello que siembra y de eso se trata también la literatura y los talleres.