La derrota no fue definitiva ya que en diciembre de 2023 bajo la denominación “CyM”, con instalaciones renovadas para facilitar el servicio gastronómico y preservando el área de librería, Clásica y Moderna continúa siendo otro emblema porteño.
Librería Clásica y Moderna
Un viajero europeo que visitó Buenos Aires en 1871 afirmó que en la ciudad además de saborear platos exquisitos, se debía “… recorrer librerías y lugares de cultura. No obstante calcula que existe una librería por cada 100 billares y una librería entre 150 pulperías” (1). De ese comentario se desprende que los habitantes de La Gran Aldea no eran muy afectos a la lectura, pero si tenemos en cuenta el elevado número de analfabetos de la época y las pulperías como centros de vida social (en la campaña y la ciudad), es comprensible la reflexión del extranjero, aunque no cita el origen de las cifras que ofrece.
Pero la ciudad ya contaba con algunas librerías prestigiosas, como la llamada “Del Colegio” a metros del Colegio Nacional Buenos Aires (ex Real San Carlos); actual Librería de Ávila, que en sus comienzos a finales del siglo XVIII, fue también botica.
Su desarrollo librero no fue casual, ya que en sus inmediaciones se encontraban el Café De Marco, Los Catalanes, el Cuartel de Las Temporalidades (Regimiento Patricios) y el Cabildo; centros de la vida política del Virreinato del Río de La Plata.
A pesar de esos orígenes imprecisos, ya en el siglo XX la nuestra era una ciudad lectora; diarios, revistas y muchas librerías “de viejo” en las que podía hallarse verdaderos incunables. Los grupos literarios y una atractiva bohemia artística se nutrían también de las librerías “de paso”. Y por supuesto las marcas prestigiosas y especializadas, como Fernández Blanco o Clásica y Moderna. A ésta última hemos de referirnos.
Cuenta la historia que en 1916 el catalán Francisco Poblet desembarcó en Buenos Aires con su familia. El hombre en su tierra natal fue gerente de una editorial y continuando con el oficio, aquí fundó la Librería Académica de Poblet e Hijos en Callao 713 en el Centro porteño, especializándose en textos de medicina (2), a la que habría sumado otros dos locales.
En 1938 su hijo Francisco Poblet Díaz y su esposa, fundan en Callao 892 un establecimiento propio al que llaman Librería Clásica y Moderna. Coexistieron ambos emprendimientos, pero ésta última se especializó en Humanidades, convirtiéndose en un lugar de referencia para la intensa vida cultural de aquella Buenos Aires.
Aseguran los memoriosos que en las décadas de 1950 y 1960, su salón fue frecuentado por Manuel Mujica Láinez, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Arturo Jauretche, Juan José Sebrelli y otros nombres que honran las letras y el pensamiento argentino. También fueron invitados artistas de relevancia internacional de paso por Buenos Aires.
Al fallecer Poblet Díaz (padre) en 1980, sus hijos Natu y Paco se colocan al frente de la librería.
Como ya se insinuaba la tendencia de convertir las librerías en sitios más acogedores, por ejemplo agregando bares y hasta espacios para espectáculos culturales, Clásica y Moderna habilitó una suerte de bar dentro del local, siendo pionera en esa novedad; el resultado fue un verdadero Centro Cultural.
El ambiente de intimidad reinante en la librería, facilitó el encuentro del público con artistas de distintas disciplinas que compartían sus creaciones, mediante muestras plásticas, presentaciones de libros y otras actividades afines.
A partir de 1983 comienza el ciclo de entrevistas “Voces en Clásica y Moderna” conducido por la periodista Mona Moncalvillo y cinco años más tarde, de mano del diseñador Ricardo Plant, el local fue remodelado para hacer lugar al bar – restorán, a las exposiciones mencionadas y a espectáculos musicales, protagonizados por artistas de la talla de Susana Rinaldi, Amelita Baltar y Mercedes Sosa, entre otros.
En 1990 la librería inaugura en la Calle Paraguay al 1800 su Departamento de Extensión Cultural, para continuar con los cursos que por falta de espacio, ya no podían brindarse en el local histórico de la Avenida Callao.
Años más tarde llega un merecido reconocimiento: Clásica y Moderna fue declarada Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y también es honrada con una Mención Especial en Letras por la Fundación Konex, en mérito a su trayectoria.
Por otra parte, la Librería – Café es incluída entre las Librerías Notables y los Bares Notables de la ciudad.
Frente de Clácica y Moderna – La Nación – 13-12-23 – Santiago Cichero – AFV
Al fallecer Natu Poblet Díaz en 2017 tomó la dirección de la empresa Fernando Monad Nuñez, pero en 2019 y poco antes de la pandemia de Covid, la emblemática librería habría cerrado sus puertas debido a dificultades económicas.
La derrota no fue definitiva ya que en diciembre de 2023 bajo la denominación “CyM”, con instalaciones renovadas para facilitar el servicio gastronómico y preservando el área de librería, Clásica y Moderna continúa siendo otro emblema porteño.
1) “Historia Viva” – Separata Diario La Razón – Buenos Aires – 09-07-1966.-
2) La Nación – Buenos Aires – 21-09-21