Reflexiones de un Nuevo Día
Fecha de Publicación:
El Trabajo Colaborativo
El trabajo colaborativo nos invita a sumar nuestras diferencias para multiplicar nuestros logros. Valora la diversidad, fomenta la empatía y la inclusión
El Trabajo Colaborativo

En la escuela se manifiestan los roles: el que organiza, el que escribe, el artista que realiza las presentaciones, el que explica el trabajo, entre otros roles, cada uno proporciona su habilidad y realiza su aporte. Es un ejercicio democrático.

Pensar en Trabajo Colaborativo es Pensar en la Inclusión.

Trabajar en equipo, entre pares, en grupo, es elaborar estrategias de organización coordinadas en pos de un resultado.

Varios individuos pueden llevar años trabajando, haciendo cada uno su tarea y ser productivamente satisfactorio, entonces, ¿Por qué cambiarlo?, y ¿qué debemos cambiar?

En un trabajo colaborativo cada integrante aporta ideas, las discute con el grupo, las argumenta o sostiene, desarrolla su capacidad de persuasión y elocuencia (mientras los otros también lo hacen con las suyas).

¿Es una confrontación?, ¿Quién gana?
De ninguna manera, no es una pelea sino una presentación de ideas expuestas para ser analizadas por todos, aceptadas o rechazadas, defendidas o atacadas, pero enriquecidas por el aporte de todos.

¿Quién gana? Todos ganamos.
Al decidir (votación, decisión mayoría, etc.) todos ponemos en marcha las habilidades que cada uno posee. Es mérito del grupo conocer las fortalezas y debilidades de cada uno de los integrantes para luego ponerlas en acción.

En la escuela se manifiestan los roles: el que organiza, el que escribe, el artista que realiza las presentaciones, el que explica el trabajo, entre otros roles, cada uno proporciona su habilidad y realiza su aporte. Es un ejercicio democrático.

Fomentar el trabajo colaborativo es propiciar la comunicación, la cohesión, la confianza y el entusiasmo donde defendemos nuestro punto de vista y respetamos/entendemos el pensamiento ajeno. Cada uno de nosotros tenemos algo para brindar, para aportar, somos distintos pero parecidos y fundamentalmente, únicos e irrepetibles.

El trabajo colaborativo nos invita a pensar juntos, a escucharnos, a debatir (argumentar). A establecer acuerdos (no competir), a elaborar un producto creativo y originalmente consensuado, a dividir los roles según sus destrezas y habilidades, a trabajar todos y para todos (responsabilidad y solidaridad), maneja la autoevaluación y co-evaluación (ser capaces de aceptar que/como/cuanto trabajamos)

El trabajo colaborativo nos invita a sumar nuestras diferencias para multiplicar nuestros logros, en definitiva valora la diversidad, fomenta la empatía y la inclusión.

Temas
Comentarios
Tradiciones
El Poncho

El Poncho

En cuanto al trabajo tradicional, “Un artesano dedica entre uno y cuatro meses a la confección de una prenda, en un proceso que comienza mucho antes con la recolección de la fibra de la llama, la alpaca, la oveja, el guanaco o la vicuña.
Miscelaneas
La Comida y sus Cambios

La Comida y sus Cambios

Otro insumo esencial que incidió de manera asombrosa en la historia humana, fue la sal. El “oro blanco” le llamaban los romanos, quienes construyeron carreteras que desde las salinas del Este, permitían transportar el mineral a la capital del imperio.
Al Pie de la Letra
La Soga

La Soga

Mi primera idea es colaborar. Subo la escalera, la policía está allí. Observo el rostro de María Trucco estirado desde los talones hasta los pelos. La boca rígida parece de muerta, pero no, la muerta es Martita Romero, la esteticista.
El Arte de la Culinaria
Gastronomía Sustentable y Pimientos

Gastronomía Sustentable y Pimientos

La Chef Rosana Akino, Embajadora Gourmet de Brasil, nos comparte una forma muy deliciosa de hacer los pimientos. En la gastronomía, ellos son un ingrediente muy apreciado por su aroma y sabor, y se pueden utilizar en una gran variedad de platos.
Dichos y Refranes
Yo Soy Porteño

Yo Soy Porteño

Llegaremos a la conclusión de que existen otras ciudades que también tienen un puerto en sus costas; Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, etc., y no vemos por qué no llamar porteños a sus habitantes. Y, de hecho, nadie los llama así.
Columnistas
Más Artículos