El 14 de junio de 1982 finalizaron en las islas Malvinas, la hostilidades entre Argentina y Gran Bretaña. La derrota arrastró al dictador Leopoldo Galtieri y abrió el camino a la restauración de la democracia, pero también provocó un retroceso en la afirmación de los derechos argentinos sobre el archipiélago. Entre las secuelas dejadas por el conflicto, estaba la reinserción de los ex combatientes que comenzaron a denunciar casos de discriminación en los empleos, falta de cobertura sanitaria y desinterés del Estado por la suerte de las tropas desmovilizadas. A pesar de las dificultades, los veteranos de guerra (una condición desconocida en la Argentina moderna), comenzaron a organizarse en centros por localidades y federaciones a escala provincial y nacional.
A partir del primer aniversario de la fecha de recuperación de las islas, las organizaciones de veteranos comenzaron a manifestarse el 2 de abril de cada año rindiendo homenaje a los caídos, ratificando la legitimidad del reclamo argentino de soberanía y por necesidades puntuales de los ex combatientes.
Las primeras movilizaciones contaron con una importante presencia de la Comunidad, como la que se realizó el 2 de abril de 1986. Ese día, la Coordinadora nacional de Centros de ex Soldados Combatientes en Malvinas, convocó a una marcha que saliendo del Obelisco culminaría frente al histórico Cabildo de la ciudad de Buenos Aires. La gruesa columna integrada por unas 7.000 personas, partió del Obelisco a las 18. Se desplazó por la Diagonal Norte hacia el sur mientras arrancaban las primeras consignas:
“El que no salta es un inglés.”
Entonaba un sector acompañándose con ágiles saltos. Más atrás otro grupo completaba:
“Salta, salta, salta,
pequeña langosta;
los yanquis y los ingleses
son la misma bosta.”
De la franja que conformaban los partidos políticos, se desprendió un cántico que vinculaba Malvinas con la situación interna argentina:
“Atención, atención,
Malvinas es el camino
para la liberación.”
En una tribuna alzada frente al Cabildo y de espaldas a la Casa Rosada, distintos oradores exaltaban la fecha y fustigaron al gobierno radical por su presunta política desmalvinizadora, según se dijo en algunos discursos. Cuando desde el palco se mencionó a los responsables militares del 2 de abril, los veteranos replicaron:
“Galtieri borracho,
mataste a los muchachos.”
Aludiendo a la presumible afición alcohólica del ex dictador. La nota curiosa la dio un grupo identificado como Partido Comunista Revolucionario (PCR) que denunciaba una supuesta presencia soviética en la argentina, equiparándola a la anglo – norteamericana:
“Fuera ingleses
fuera de Malvinas;
rusos y yanquis
fuera de Argentina.”
El acto finalizó con la lectura de adhesiones y luego la multitud se desconcentró en perfecto orden.
Del Libro Cánticos Populares de Roberto Bongiorno
Editorial Biblioteca Nacional – 2015