Sí a las nuevas generaciones le hablamos de un cantante de rock nacional, pionero en lo suyo y líder de una aplanadora del rock, y que además, nació en Italia…No error, no hablamos de Luca Prodan, sino de Billy Bond, o Giuliano Canterini, originario de La Spezia, Liguria, nacido un 19 de noviembre de 1944.
Ya ubicados en tiempo y espacio, en esta columna no vamos a desarrollar, por ahora, la vasta trayectoria de Billy Bond como músico, productor o empresario. Nos dedicaremos a una noche en especial, la del 20 de diciembre de 1972.
El estadio Luna Park, era el lugar elegido para realizar el recital, «Gran Festival del Rock», donde se iba a presentar: Pappo’s Blues, Pescado Rabioso, Litto Nebbia, Color Humano, Aquelarre y la Pesada del Rock’n Roll.
Ser joven en aquellos años, era una asociación ilícita. El pelo largo, los colores llamativos de la ropa, barba o la forma de hablar, los hacían sospechosos y proclive a que lo detengan, lo pongan contra la pared y lo revisen o solo le pidan documento.
En este contexto se llevó adelante el recital, muchos jóvenes afuera del estadio y muchos dentro, pero en la popular, ya que la entrada a platea era muy cara para los jóvenes de la época.
Alejandro Medina, bajista de Manal por su parte considera que: «Fue durante un momento difícil del país. La policía perseguía mucho a los jóvenes. Las plateas del Luna Park estaban vacías. Tito Lectoure nos había dicho que esa reja nunca se había roto. La verdad que no había buena onda. Nuestro primer tema, estábamos tocando «Fiebre de la ruta» cuando empezó todo el problema. Billy nunca dijo rompan todo, le dijo al público que pase al sector platea».
Sin embargo Billy Bond cuenta: «La historia del Luna Park es bien simple: como las entradas eran muy caras, los pibes que estaban atrás quisieron ubicarse mejor. Ahí hubo un leve incidente, pero enseguida apareció Tito Lectoure, con una fuerza de choque de la policía. Entraron dando palos y quebrando cabezas. Yo dije desde el escenario que a la violencia había que responder con más violencia, que eran las palabras de Perón. La cosa se puso fea, la cana subió al escenario para llevarme preso, alguien gritó: Se lo llevan a Billy. Rompan todo!».
Para Claudio Gabis «Nuestra agonía, la de La Pesada, comenzó esa tan nombrada noche del Luna Park en que los chicos, provocados por las Fuerzas del Orden y los matones de Lectoure, arrasaron con las instalaciones del pugilístico estadio. Fuera de contexto, la famosa frase de Billy «Rompan todo» puede parecer una infeliz provocación, pero en su verdadero contexto, pasó que Billy –y todos nosotros- vimos como toda la gente que estaba allí se enfrentaba irracionalmente y como no había nada que hacer con ellos. ¡Estaban completamente chiflados, estaban muy mal!. Lo que Billy grito desesperadamente cuando vio que la violencia y la estupidez eran irrefrenables, fue algo así como: ¡Esta bien idiotas!. Si todos ustedes son tan locos y tontos, entonces rompan todo!. Ni hacía falta decirlo… Como lamentablemente se comprobó poco después, en Argentina había muchos locos, demasiados tontos, y ya estaba todo roto…»
Más acá en el tiempo, consultado por esa noche, Billy Bond cuanta: “Si dije o no ‘¡Rompan todo!’, no importa, ni me acuerdo. Lo que importa es cómo te fajaban y torturaban en esos tiempos. Quedó esa frase y la policía se batió en retirada por tres mil tipos que se rebelaron. Y los que nos criticaron por el desastre del Luna Park –la prensa, los artistas, los productores– cometieron un grave error. El ‘¡Rompan todo!’ fue el primer grito revolucionario de verdad, del rock contra la represión”, sostiene. “Muchos dijeron que el rock se moría y que este gordo hijo de puta –o sea yo– no iba a cantar nunca más. Que me iban a hacer boleta y blablablá. Pero pasaron 40 años y aquí me ves.”.