Ángel Villoldo, el Tango “La Morocha” y la Huelga de los Inquilinos
Uno de los tangos-milongas más famosos a principios del siglo XX era “La Morocha”, música de Enrique Saborido y letra de Ángel Villoldo. Fue estrenado en 1905 y rápidamente se conocieron versiones grabadas por distintas agrupaciones.
Por esos años, primera década del siglo XX se desarrollaba un conflicto importante, conocido posteriormente como “La huelga de los inquilinos”. Tenía que ver con el costo elevado de los “alquileres” que pagaban los sectores obreros y populares que habitaban los conventillos, antiguas residencias de la clase alta que como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla de 1871 se habían mudado a la zona norte de la ciudad, dejando deshabitadas sus mansiones. Los numerosos cuartos disponibles se iban a transformar en una fuente de recursos para los antiguos dueños, que los arrendaban como viviendas para el alojamiento de los trabajadores y sus familias. El Censo de la Ciudad de Buenos Aires de 1904 informaba que más del 10% de la población, alrededor de 140.000 habitantes se alojaban en esos conventillos.
El movimiento conocido también como la Huelga de las Escobas de 1907 era una protesta contra la suba de los alquileres en las casas de inquilinato de la ciudad de Buenos Aires. Se inició en agosto de 1907, y duró alrededor de tres meses. Ángel Villoldo, sensible siempre a los sectores populares, utilizando la música del tango que había escrito con Saborido, redactó otros versos, para “La Morocha” y en tono dramático-jocoso hacia referencias al problema; pero al mismo tiempo, dejaba constancia de la situación por la que atravesaban las familias de trabajadores que vivían en esos lugares. Esta versión, fue llevada al disco por el propio Villoldo y la reproducimos a continuación.
La Suba de Alquileres
Yo soy inquilino
de su conventillo
y no soy un pillo
bien sabe el patrón.
Yo estoy sin dinero
y hasta sin trabajo.
Caramba,
tenga compasión.
Ya sabe José
que habiendo dinero
siempre soy primero
en pagar el mes.
Lo pago puntual
cuando tengo vento.
Caramba
hoy no puede ser.
Venga pasado mañana,
patrón, que le pagaré,
digo, si no caigo en cana,
ya sabe usted.
Y si no quiere esperarme
pase usted por el juzgado
y entábleme la demanda
en papel sellado.
Ya sabe que tengo
yo mucha franqueza
y algo con rudeza
antes me expresé.
Me sube diez pesos
tan a la ligera.
Caramba
sin tener por qué.
Ya le pagué veinte
por su ratonera
hoy treinta son feas,
son diez pesos más
para un pobre
obrero que trabaja a diario…
Caramba
es mucho cobrar.
No hay parte
del mundo alguna
que exista esta
expoliación
ni en los pueblos
de la luna
ni dentro ’el sol.
Allá existen habitantes
que viven mucho mejor
sin pagar los alquileres
que dan horror.
Ángel Villoldo acompañado por guitarra. Grabado en Discos “Victor” 17 de Marzo de 1910 en Buenos Aires.